­La fiscalía Anticorrupción de Balears ha decidido que no presentará ningún recurso a la sentencia dictada por la Audiencia de Palma, en la que se condena al expresident Matas a seis años de prisión por diferentes delitos. Aunque inicialmente se planteó la posibilidad de recurrir, sobre todo los argumentos económicos que esgrime el tribunal, finalmente se ha decidido acatar la decisión de los magistrados. El fiscal asume la decisión que ha adoptado el tribunal y entiende que es válido el razonamiento que se hace sobre el delito de malversación, que es la piedra angular sobre la que depende casi toda la sentencia. El fiscal también acepta las penas de prisión, aunque inicialmente se solicitó más años de cárcel.

Los que sí tienen previsto presentar un recurso a la sentencia de la Audiencia son los principales condenados, es decir, Jaume Matas y el autor de sus discursos, el periodista Antonio Alemany. Expertos penalistas han señalado que no será fácil elaborar el recurso de casación que se presente ante el Tribunal Supremo, porque la sentencia de la Audiencia, al margen de su dureza, se ha elaborado con fundamentos jurídicos muy sólidos.

A pesar de la dificultad, los letrados coinciden en que hay muchos razonamientos de la sentencia más que discutibles, que podrían no ser aceptados por el Tribunal Supremo. Se refieren sobre todo a la cuestión de la malversación y a la argumentación que alcanza el tribunal para condenar a Jaume Matas por este delito. El tribunal no cuestiona el alto precio que se pagaba a Antonio Alemany por elaborar los discursos del president. Lo que entiende que es delito es la comisión del cinco por ciento que cobró Nimbus para asumir el contrato pantalla que se creó para camuflar la contratación del periodista. Los expertos juristas coinciden en que este argumento, aunque en la sentencia esté muy bien explicado, es más que discutible. Se preguntan en voz alta hasta qué punto se puede demostrar que Jaume Matas, con independencia de que fuera el inductor de este contrato falso, conocía que la agencia de publicidad cobraba un porcentaje del cinco por ciento sobre el precio total del concurso público.

Lo que casi ningún letrado cuestiona es el razonamiento que alcanza el tribunal para justificar la condena por tráfico de influencias. Los expertos entienden que los jueces han enviado un mensaje muy claro a Matas sobre la famosa frase del "hágase". El tribunal no ha aceptado la excusa del expresident que sostuvo que él se limitaba a dar las órdenes políticas y que eran sus subordinados los que se encargaban de ejecutarlas.