Guiño a la oposición y estrategia para mejorar la propia imagen. José Ramón Bauzá ha citado para el próximo martes a los portavoces del PSOE, Francina Armengol, y de la coalición del PSM-IniciativaVerds-Entesa, Biel Barceló, en el Consolat de Mar. Se trata de un claro gesto con trascendencia política, pues es la primera vez que Bauzá se reunirá formalmente con sus rivales en el Parlamento desde que fue nombrado presidente del Govern, en junio del año pasado.

Bauzá ha previsto un encuentro de una hora en solitario con cada uno de los portavoces, empezando por Armengol a las diez, y Barceló a las once. Aunque no hay orden del día fijado, se pondrán sobre la mesa los asuntos candentes de la actualidad, desde la economía a la política territorial que pretende abanderar el Ejecutivo del PP. Como principal cometido, Bauzá ofrecerá a los dos partidos rivales llegar a pactos para encontrar respuestas a la crisis económica, mientras que ambos le reclamarán que cambie de actitud y busque el consenso de cara a las reformas legislativas que ultima.

El Govern prevé sacar adelante en breve dos proyectos de ley que están resultando polémicos, se trata de la nueva ley general de Turismo y la de Función Pública, que rebaja las exigencias del catalán en la administración. En los dos casos, los borradores están teniendo contestación no solo por parte de la izquierda, sino del propio PP. Socialistas y nacionalistas rechazan un texto que a su juicio supone "barra libre para los hoteleros", en el primer caso, y "degrada y ataca la lengua propia" en el segundo.

La maniobra de Bauzá responde pues, por un lado, al interés de sus asesores para proporcionar a nivel público una imagen de presidente dialogante –máxime en un contexto en el que aumenta la contestación social en sus primeros meses de gobierno–, y por otro recoger el guante que le lanzó Armengol en el último pleno del año pasado, el 22 de diciembre.

Armengol le reclamó diálogo

El PP acababa de aprobar los presupuestos para este ejercicio, valiéndose de su mayoría absolutísima, y la portavoz socialista le exigió que rectificara y dejara de gobernar sin contar con el resto de partidos y aplicando "el rodillo". "Que tenga 35 diputados no es una carta blanca", le reprochó Armengol. La también candidata a liderar ahora el PSOE balear echó en cara a Bauzá que en este medio año que lleva en el Consolat de Mar "ni una sola vez" se ha dirigido a su partido para alcanzar acuerdos conjuntos, y como ejemplo le citó el escaso número de enmiendas ajenas que el PP aceptó incorporar en sus presupuestos.

En su réplica, el presidente del Govern aseguró tener la mano abierta a sus opositores, pero les reclamó que cumplieran su función "de manera constructiva y responsable". Bauzá se aferró a que "los ciudadanos rechazan el teatro de los políticos tirándose los trastos". El presidente afirmó que le encantaría trabajar con la oposición, y respondió a Armengol que estaba a su disposición para impulsar iniciativas que redunden en el interés general, pero no a "hacer oposición por hacer".

Paralelamente, desde el gabinete de Bauzá han empezado a llamar a los alcaldes, independientemente de su color político, para reunirse de uno en uno con él. Los encuentros empezarán la semana que viene también en el Consolat.