El matrimonio de Llucmajor que ha denunciado que ha sido víctima de un engaño, supuestamente cometido por un joven de 20 años y su madre, y que ha supuesto la pérdida de su patrimonio valorado en unos 200 millones de euros, reiteró ayer ante el juez que ha sido víctima de una estafa.

El magistrado Miquel Florit escuchó ayer el testimonio de la mujer, que acusó directamente al joven de haber urdido un plan para engañarla y hacerse con su fortuna. La mujer explicó que tenía interés en comprar un solar que estaba en manos de un banco. Se trataba de una propiedad en s´Estanyol que la madre del joven había vendido a una sociedad del futbolista Karpin, pero al no pagar la hipoteca se lo quedó el banco. La denunciante señaló que el joven de 20 años, al que conocía de pequeño, la convenció para que fuera él quien negociara con el banco para comprar esta finca porque, según ella, iba a conseguir un precio mucho más barato. Sin embargo, le dijo que para negociar con el banco necesitaba aparentar una solvente situación económica y que por ello le pidió que le firmara las escrituras de donación.

Madre e hijo han mantenido que ni la mujer ni su marido, el día que fueron a firmar las escrituras en tres notarios distintos, denunciaron ningún tipo de presión. De hecho, parece ser que los notarios les advirtieron del alcance de la operación que iban a firmar y que ninguno de los dos abrió la boca. La mujer explicó ayer al juez que el joven le había dado órdenes de que en el momento de la firma no respondiera a ninguna pregunta que pudiera formularle el notario, y también le advirtió que no contara nada de esta operación a su abogado de confianza.

La denunciante afirmó ayer que estaba segura de que esta firma notarial iba a ser un puro trámite ya que el joven le prometió que no utilizaría los documentos. También afirma que llegó a entregarle hasta 700.000 euros.