Los grandes sindicatos (UGT, CCOO y STEI) optaron ayer por dejar plantados a los representantes del Govern en la reunión convocada para explicar los recortes aprobados el pasado viernes, que desde el Ejecutivo balear se justificaron alegando la situación "extremadamente mala" de las cuentas autonómicas, hasta el punto de asegurar que el estado de las cuentas de Balears es muy similar al de Castilla-La Mancha.

Los secretarios generales de CCOO y STEI, Katiana Vicens y Biel Caldentey respectivamente, y el secretario de Acción Sindical de UGT, Manuel Pelarda, se levantaron de la mesa a los pocos minutos de iniciarse la reunión para denunciar la negativa del Govern a dar marcha atrás a los ajustes acordados para renegociarlos, como la reducción de interinos y de liberados sindicales, o el rechazo a pagar más horas extras y complementos de productividad. En este encuentro mantuvieron su presencia hasta el final los representantes de USO, CSIF, CEMSATSE, SATSE, ANPE y USAE. Por parte del Ejecutivo autonómico, acudieron a la reunión el vicepresidente económico, José Ignacio Aguiló, y los consellers de Presidencia, Antonio Gómez; Administraciones Públicas, Simón Gornés; Educación, Rafel Bosch; y Salud, Carmen Castro.

Pelarda, Vicens y Caldentey coincidieron en afirmar que la entrevista se había convocado exclusivamente para que los representantes del Ejecutivo balear pudieran "salir en la foto" y dar una imagen de diálogo, que los tres sindicatos consideraron falsa, ya que solo se buscaba" informar de lo aprobado el pasado viernes, pero no renegociar esas iniciativas". Además, se calificó de "insulto" el que inicialmente se planteara hablar exclusivamente de los liberados sindicales "que es lo que menos nos preocupa", según Vicens, pero no de los recortes que más directamente afectan a los funcionarios.

"Los sindicatos solo tenemos las vías de la negociación y de la movilización. Si nos cierran la puerta a la primera, solo nos queda la opción de salir a la calle", advirtió la representante de CCOO.

Al concluir la reunión, el conseller Simón Gornés reconoció que se ha podido fallar en las formas a la hora de aprobar las medidas de ajuste, pero aseguró que esta celeridad esta plenamente justificada porque la situación financiera de las islas es "extremadamente mala", hasta el punto de señalar que Balears se encuentra entre las autonomías del "furgón de cola" y en un estado muy similar al de Castilla-La Mancha.

Gornés se negó a dar más datos, pero anunció que el vicepresidente Aguiló comparecerá en pocos días para dar toda la información sobre la situación en la que se encuentran las cuentas públicas "heredadas" del anterior Govern.

En cualquier caso, el representante del Ejecutivo aseguró que se reabrirán las diferentes mesas de negociación, y destacó también que finalmente se han flexibilizado las medidas respecto a los representantes sindicales, ya que pese a suprimirse liberados, a los delegados se les incrementarán las horas destinadas a labores de representación de los trabajadores.

Respecto a los sindicatos que siguieron en la reunión hasta el final, su postura distó mucho de ser favorable, sumándose a las críticas sobre la ruptura del diálogo por parte del Govern y su temor a que se pretendan recortar los servicios públicos, según apuntaron el secretario general de USO, David Díaz, y el presidente del CSIF, Andreu Bou, que también reconocieron su sorpresa ante el "catastrofismo" demostrado por el Ejecutivo de José Ramón Bauzá.