Un magnate ruso afincado en Mallorca, que ha sido uno de los asesores personales del presidente Putin, ha alcanzado un acuerdo con la fiscalía Anticorrupción para evitar un posible ingreso en prisión. Andrey V. ha aceptado declararse culpable de un delito fiscal con una pena de un año de cárcel, pero que será sustituida con una multa económica. El empresario abonará durante 24 meses una multa diaria de 10 euros, más una sanción económica de 120.000 euros. Además, tendrá que abonar los impuestos que en su momento no pagó, que alcanzan la cifra de 120.000 euros. Este acuerdo, que ha negociado su abogado Gaspar Oliver, fue suscrito ayer por el acusado, por la fiscalía Anticorrupción y por la abogacía del Estado, que ha representado la acusación particular. Este pacto entre las partes no evitará la celebración del juicio, pero será un breve trámite. El empresario ruso asume toda la responsabilidad en el delito fiscal y con ello se aparta del caso a su mujer y a su hijo, quienes también fueron imputados en esta causa. El asesor del presidente ruso adquirió una lujosa mansión en la localidad de Calvià, valorada en unos tres millones de euros. La investigación demostró que no pagó el impuesto de transmisión patrimonial. El comprador no adquirió directamente la casa, sino la sociedad propietaria de la vivienda, lo que evitó en un principio pagar este impuesto patrimonial. Esta maniobra, según quedó demostrado en la investigación, se organizó desde el bufete de abogados Feliu, que fue registrado durante la llamada operación Relámpago.

En su momento, el empresario explicó al juez que tenía una casa de vacaciones en Lloret de Mar, pero que cansado de tanto ruido, decidió adquirir una vivienda en Mallorca. Contactó con una conocida empresa inmobiliaria de Mallorca, que le ofreció la posibilidad de adquirir una lujosa mansión en la urbanización de costa d´en Blanes. Según el magnate, fue el vendedor quien le impuso la obligación de adquirir la empresa promotora. Le puso la excusa de que había vendido varias viviendas y que tenía intención de desprenderse de la sociedad. La única condición que impuso fue que si aparecían deudas, tendría que hacerse cargo el antiguo propietario de la sociedad. Andrey V. ha mantenido que pagó todos los impuestos que le habían reclamado y que tuvo una desagradable sorpresa cuando se enteró de que le estaban investigando por un delito fiscal. El empresario declaró que si en el momento de la compra le hubieran pedido más impuestos, los habría pagado, porque no tenía problemas económicos.

Un experto en la comunicación

El magnate residente en Mallorca es un experto en temas de comunicación. Se le considera una persona muy próxima al máximo mandatario de su país, al que asesora en materia de comunicación. Fuentes próximas al caso indicaron que el empresario ruso fue uno de los máximos responsables de la agencia estatal de noticias, aunque se desvinculó de este proyecto antes de trasladar su residencia a Mallorca. El nombre de esta persona apareció durante el registro en el bufete Feliu, ya que fue a través de este despacho de abogados donde se negoció la venta de la vivienda y la compra de la sociedad propietaria del inmueble. El empresario sostuvo ante el juez Garcías y la fiscalía Anticorrupción que no tuvo nunca intención de evitar el pago de impuestos en esta operación inmobiliaria, ya que no fue iniciativa suya comprar la sociedad cuando adquirió la casa.