El Govern de Jaume Matas abonó al arquitecto Santiago Calatrava los 1,2 millones de euros por su proyecto para Teatro de la Ópera cuando su Ejecutivo se encontraba en funciones, tras perder el poder en las elecciones autonómicas de 2007, según informó el actual Govern. Este pago se realizó a pesar de contar con un informe negativo de la conselleria de Educación, que Matas no atendió escudándose en el informe de la asesoría Price Watherhouse, que avalaba la fórmula de adjudicación prácticamente directa a Calatrava y que en 2009 dio trabajo en Estados Unidos al ya ex president.

Los 1,2 millones de euros eran el pago por dos maquetas (del Teatro de la Ópera y de la Bahía de Palma) por las que el arquitecto cobró 60.000 euros por cada una, un vídeo de alta calidad sobre el proyecto (80.000 euros), y el anteproyecto por el que el Govern de Matas abonó 1 millón de euros y cuyos planos no aparecen. "El anteproyecto no existe, no está en ningún lado", asegura una portavoz del actual Govern.

El contrato con Calatrava se firmó el 24 de abril de 2007 con el Institut Balear d´Infraestructures y Serveis Educatius (Ibisec), un organismo dependiente de la conselleria de Educación dedicado a la construcción de centros y equipamientos escolares. En el Ibisec se guardan las maquetas que entregó Calatrava, aunque este organismo asegura que se trata de una sóla maqueta "en dos cajas", una de las cuales representa la Bahía de Palma y, sobre ella, la maqueta de la Ópera propiamente dicha.

Matas anunció en plena campaña electoral de 2007 la construcción de este Teatro de la Ópera en terrenos del Moll Vell y desveló que el diseño lo realizaría Calatrava con un proyecto que costaría unos 100 millones de euros. El expediente para adjudicárselo a este arquitecto se aprobó en un tiempo récord. La Junta Electoral impidió la presentación pública del proyecto que, con la derrota electoral de Matas, no siguió adelante.

El mismo año 2007, Calatrava pidió al actual Govern que le devolviera las maquetas, obteniendo la negativa del Ejecutivo de Francesc Antich como respuesta salvo que el arquitecto reembolsara lo que había cobrado, algo que Calatrava no estaba dispuesto a hacer. De hecho, el actual Govern encargó a la Abogacía de la Comunidad Autónoma que realizara un informe para aclarar si podía exigir a Calatrava la devolución de estos fondos, pero una vez que el asunto acabó en los tribunales se paralizó el proceso de reclamación a la espera de las decisiones judiciales sobre este asunto incluido en el caso Palma Arena.