La tensión volvió a tomar anoche la torre de control de Palma, que al cierre de esta edición solo mantenía abierto al tráfico aéreo uno de sus sectores. Según relataron al filo de la medianoche fuentes de la torre, los hechos que resucitan el conflicto que paralizó el país hace un mes comenzaron a las 22.00 horas, cuando la policía judicial de la Guardia Civil se presentó en el centro de control de Son Sant Joan para entregar a seis de los diez profesionales que estaban de turno de noche la citación para declarar como imputados por el plante en el que participaron durante el pasado puente de la Constitución.

La aparición de los agentes con las notificaciones justo cuando los controladores se acaban de incorporar a trabajar elevó de tal modo la tensión que cuatro de los seis citados "entraron en shock por la presión policial y sufrieron un ataque de nervios", según relatan fuentes del colectivo. Desde la torre de Palma confirmaban además que los afectados seguían en las instalaciones del centro de control pero se habían desconectado de la frecuencia desde la que gestionan el flujo de aviones, por lo que empezaron a producirse retrasos e "incidencias importantes", que podrían repetirse en las próximas horas.

Fuentes del sindicato de controladores USCA corroboraban los hechos y apuntaban que los profesionales estaban siendo atendidos por médicos "porque no estaban en condiciones de continuar con su trabajo con garantías", tras lo que definían como "una nueva provocación".

"Esto es una barbaridad", añadía ya de madrugada un portavoz del sindicato, que aseguraba que los profesionales pensaban denunciar lo ocurrido en comisaría. "Es un acoso incesante, es insoportable", argumentaba, sorprendido por el hecho de que las citaciones lleguen casi un mes después del puente de la Constitución, en pleno turno de trabajo y a pocas horas de comenzar otra fecha de clave en el tráfico aéreo: el último día del año, en el que cientos de miles de ciudadanos se desplazan para celebrar el inicio del nuevo año.

Por otro lado, uno de los dos médicos que estaba de guardia en Son Sant Joan el día del plante de los controladores aéreos ya ha prestado declaración ante la Guardia Civil en calidad de testigo. A preguntas de los agentes, el doctor relató lo sucedido el pasado día 3 de diciembre, cuando el aeropuerto palmesano y el resto de instalaciones nacionales de Aena interrumpieron su actividad hasta el día siguiente. En su testimonio, el médico asegura que los controladores acudieron a él en masa al sentirse indispuestos. Esta supuesta incapacidad propició un caos del transporte aéreo sin precedentes en el país.

Según ha podido saber este diario, la Guardia Civil se ha interesado en esta primera fase por la narración de los hechos acaecidos a principios de diciembre. Durante su declaración, el médico no entró a valorar si el estado de salud de los profesionales justificaba la suspensión de la actividad. Además del galeno, también ha testificado el teniente que estaba al mando del puesto de la Guardia Civil en el aeropuerto.