Los investigadores del caso Palma Arena, la presunta trama de corrupción en torno al velódromo público del mismo nombre, quieren averiguar si Iñaki Urdangarín, duque de Palma y yerno del rey Juan Carlos, medió entre el anterior Govern del PP y el equipo ciclista Banesto, que recibió varios millones de euros de ayudas. El magistrado José Castro investiga desde 2009 en qué forma organismos del anterior Govern del PP otorgaron al antiguo equipo Banesto varios millones de euros en subvenciones.

Juan Carlos Alía, el ex gerente del Ibatur, e imputado desde julio por varios presuntos delitos de corrupción en otro sumario, fue interrogado en octubre del 2009, en calidad de testigo, sobre ese patrocinio.

Alía, que fue responsable del Ibatur entre julio del 2003 y julio del 2004, cuando abandonó el cargo tras el escándalo del club Rasputín en Rusia, habló sobre varias reuniones del patronato de Illesport, una fundación pública del Govern dedicada a la promoción del deporte y de Balears como destino turístico. Illesport fue el organismo sobre el que pivotó la construcción y primeros eventos del velódromo Palma Arena, un supuesto entramado de desvío de fondos, financiación irregular del PP y otros muchos delitos.

Alía recordó la primera reunión de Illesport, celebrada en una sala del Parlament y a la que también asistieron, entre otros, el president del Govern Jaume Matas; el conseller de Turismo Joan Flaquer; y el director general de Deportes, José Luis Ballester –más conocido como ´Pepote´–. Matas, Flaquer y Ballester son tres de los imputados más notables del caso Palma Arena.

Campaña decidida

Alía, que formaba parte del patronato de Illesport como alto cargo de la conselleria de Turismo, propuso en aquella junta que el equipo ciclista llevara la imagen corporativa del Ibatur, en vez de la genérica de Illes Balears, pero no pudo ser. El ex gerente del Ibatur añadió que no se podía cambiar la publicidad porque no había tiempo y la campaña tenía que empezar en un mes, o mes y medio. A Alía le dio la impresión de que, a esas alturas, "ya estaba decidida la campaña".

En medios deportivos se vincula sin tapujos a Iñaki Urdangarín con la mediación entre el antiguo conjunto Banesto, representado por José Miguel Echávarri, y el Govern. El equipo, nacido en Navarra, pasó a llamarse Illes Balears y recibió, a lo largo de varias temporadas, unos 7 millones de euros de la Comunidad Autónoma. Aquellas ayudas permitieron a la entidad deportiva contar con un presupuesto muy superior al de otros conjuntos de su misma categoría. Los investigadores quieren saber si las gestiones de Urdangarín se reflejaron en un expediente administrativo y si el duque de Palma (sus sociedades) recibió algún tipo de contraprestación económica por su papel.

Algunos medios de comunicación hablan de la fuerte amistad entre el marido de la infanta Elena y ´Pepote´ Ballester, el antiguo deportista olímpico catapultado por Matas a la dirección general de Deportes. Ballester fue el alto cargo encargado de supervisar la construcción del Palma Arena y habría servido de puente entre el duque de Palma y el Govern de Jaume Matas.

En otro orden, la pieza separada del caso referente a las subvenciones del anterior Govern percibidas por Nóos, un instituto dirigido entonces por Iñaki Urdangarín, para organizar un foro de debate, se activará el año próximo con la declaración de responsables de dicha entidad. El expresidente Matas ya fue interrogado, en su larga declaración ante el juez del pasado marzo acerca de la ausencia de justificantes en el Govern del destino de los 1,2 millones de fondos públicos pagados al Instituto Nóos para organizar en Palma un foro sobre deporte y turismo. El también exministro se defendió alegando que no era tarea suya la fiscalización de los expedientes.