Desde Cáritas, una de sus responsables de servicio, Teresa Riera, destaca el drama que muchas personas están viviendo a la hora de encontrar un alojamiento, dado que la demanda existente en los centros de acogida está haciendo que éstos estén colapsados. El centro para inmigrantes Turmeda está lleno y con lista de espera, mientras que Ca l´Ardiaca se coloca en algunos momentos en esa misma situación. El problema es que el lleno del primero está haciendo que extranjeros que llevaban una vida normalizada deban alojarse en el segundo, en el que conviven con personas con serios problemas de exclusión, dependencias o incluso desequilibrios mentales. Y a ello se suma un aumento de los ´sin techo´ que aprovechando el buen tiempo pernoctan en playas y calles.