El endurecimiento de la normativa y el crecimiento de la economía sumergida están provocando que el importe de las sanciones que la Inspección de Trabajo aplica en Balears esté registrando un crecimiento espectacular. Durante los seis primeros meses de este año el valor de estas multas se ha situado en los 5,5 millones de euros, una cifra que es más del triple de la que se registró en el mismo periodo del pasado ejercicio, de 1,6 millones.

Las infracciones detectadas por los servicios de inspección laboral no han dejado de crecer. Así, la cifra total de expedientes relacionados con el incumplimiento de las obligaciones con la Seguridad Social han pasado de los 820 de los primeros seis meses de 2009 a los 1.248 del presente ejercicio, lo que supone un aumento del 48%. Y dos infracciones destacan sobre las demás en este capítulo.

La primera corresponde a aquellas empresas que no dan de alta a sus trabajadores y los mantienen en la economía sumergida. En este caso, se ha pasado de los 481 expedientes del primer semestre del año pasado a los 583 del actual, con un alza del 21%.

Respecto al resto de las sanciones correspondientes a este apartado, la mayoría tienen su base en aquellas empresas que pese a descontar las cuotas de la Seguridad Social en los salarios de sus empleados, luego no las abonan a este organismo. Y es en este punto donde se ha dato el mayor crecimiento en el valor de las multas impuestas. La explicación en este caso es bien simple, y se sustenta en un endurecimiento de la normativa existente en esta materia.

Sobre este punto, el jefe de la Inspección de Trabajo en las islas, Pablo Páramo, recordó que anteriormente este tipo de irregularidades recibía una sanción fija, mientras que ahora la multa supone un porcentaje de las cantidades que se han dejado de abonar, siguiendo un modelo que se asemeja al de las infracciones tributarias. De este modo, comportamientos que antes podían ser multados con 2.000 o 3.000 euros, ahora pueden recibir sanciones por valor de 50.000.

El aumento que se da en este tipo de comportamientos se explica por la crisis económica y por los problemas de liquidez de muchas empresas, que optan por no abonar la parte de las retribuciones que habían descontado a sus trabajadores para poder hacer uso de este capital.

También siguen creciendo la cifra de personas que trabajan de forma irregular al tiempo que perciben una prestación por desempleo, al pasar de los 80 casos registrados entre enero y junio de 2009 a los 109 de este primer semestre, lo que equivale a un alza del 36%.

Denuncias externas

Aunque más moderado, se ha dado un crecimiento de las actuaciones derivadas de denuncias recibidas por otras organizaciones, como los sindicatos, o peticiones de actuación desde otras Administraciones públicas, al pasar de los 1.002 casos de pasado año a los 1.073 del actual.

Un aspecto que se pone de relieve que es que estas cifras corresponden a los seis primeros meses del año, es decir, que no incluyen algunos de los de mayor actividad en el archipiélago y, consecuentemente, en los que se descubren un mayor volumen de irregularidades, como son los de julio, agosto y septiembre, por lo que se prevé un apreciable repunte durante este tercer trimestre.

En cualquier caso, sí permiten confirmar el aumento de los problemas derivados de la economía sumergida. Sobre este punto, hay que recordar que a lo largo de 2009 la cifra de perceptores de prestaciones por desempleo que también trabajaban de forma irregular y que fueron descubiertos se duplicó respecto a la que se dio en 2008, mientras que las irregularidades en materia de Seguridad Social ya estaban aumentando durante el pasado ejercicio a ritmos próximos al 20%.