Los investigadores de la llamada Operación Trueno, contra una presunta trama de evasión fiscal millonaria, blanqueo de capitales y fraude a la Seguridad Social desarticulada a principios de mes en Eivissa, tratan de esclarecer si el principal imputado, el hotelero Fernando Ferré, pactó ´contratos´ con jóvenes trabajadoras del Este que incluían la prestación de servicios sexuales a él. El hotelero, que se encuentra en prisión preventiva, tenía en la nave donde estaba la sede central de su imperio empresarial unos archivados rotulados como "Nóminas en B", o en dinero negro, lo que facilitó considerablemente la labor de la comisión judicial.

Fernando Ferré, defendido por Gabriel Garcías, también está acusado de delitos contra los derechos de los trabajadores. Sobre el imputado recaen las sospechas de explotar a trabajadores del Este de Europa pagándoles salarios ínfimos y alojándoles en precarias condiciones.

Ahora se ha sabido también que el hotelero está siendo investigado por seleccionar a algunas de sus empleadas, jóvenes y guapas, para que, además de las prestaciones laborales ordinarias se cuidaran de satisfacer sus apetencias sexuales.

La fiscalía anticorrupción y la Agencia Tributaria presumen que Ferré pudo defraudar, en varios ejercicios, 14,5 millones de euros al Fisco. El empresario, de origen catalán aunque afincado desde hace décadas en Eivissa, está acusado de no pagar el IVA, ni el impuesto de sociedades a lo largo de los últimos años y pese a facturar anualmente hasta 36 millones de euros.

Para la Operación Trueno se movilizaron numerosos funcionarios policiales, de la Agencia Tributaria, de la Seguridad Social y dos fiscales anticorrupción.

Los registros en la sede central del Grupo Playa Sol (GPS), propiedad de Ferré, duraron horas. Las oficinas están ubicadas en una nave, donde reinaba un calor espantoso, atribuido a un fallo premeditado en el aire acondicionado para no gastar. El empresario asistió a parte del registro, aunque permaneció sentado en una silla debido a sus problemas cardiacos, que motivaron su hospitalización.

Contables chinos

En la nave había estanterías y armarios repletos de documentación de los 72 hoteles gestionados por Ferré y de las 300 empresas que forman parte de su grupo. A los investigadores les llamó la atención unas anotaciones contables realizadas a mano y con lápiz. Las cifras tenían unos rasgos peculiares. Luego se supo que Ferré utilizaba a contables chinos para esos menesteres. La prisión del empresario ha sido recurrida.