Al menos siete niños de la zona del Pla de Sant Jordi han tenido que ser ingresados en el hospital de Son Llàtzer en la última semana por picaduras de mosquitos.

"Normalmente han pasado dos días hospitalizados, el primero en observación y con tratamiento para las picaduras, y en el segundo se les ha dado el alta", explicó ayer Antoni Server, presidente de la asociación de vecinos de s´Aranjassa, que reveló que al menos otras veinticinco personas, menores y adultos, han tenido que ser atendidos en el servicio de urgencias del centro hospitalario por esta misma causa.

"Se les aplica pomadas antiinflamatorias y algún otro medicamento dependiendo de si la persona afectada es especialmente sensible o alérgica a las picaduras de estos insectos", señaló Server, que calificó la actual situación de "insostenible".

Antoni Justicia Castro, abuelo de un niño de tres años de edad que tuvo que ser ingresado el pasado sábado en Son Llàtzer a consecuencia de las numerosas picaduras de mosquito que sufrió en la barriada de sa Casa Blanca, relató a este diario que el menor sufrió múltiples picadas que le provocaron unas dolorosas ampollas y le hincharon considerablemente uno de sus brazos.

"Ante esta situación decidimos llevarle el sábado al hospital de Son Llàtzer, donde quedó ingresado en urgencias infantiles. Su madre, mi hija, también resultó afectada por los mosquitos, estuvo en observación un tiempo y luego fue tratada de las ampollas y se le dio el alta. No obstante, mi nieto ha tenido que permanecer en el hospital hasta la mañana de hoy (por ayer), cuando le han permitido regresar a casa", relató Antoni Justicia, que vive a escaso medio kilómetro del núcleo urbano de sa Casa Blanca, cerca de la autovía de Manacor.