Reconstruir la mama a partir de la propia grasa del paciente, sin tener que recurrir a prótesis externas y artificiales. Ésa es la idea del lipofilling, una técnica que Son Dureta ha realizado ya unas cuarenta veces en los últimos cuatro años. Hacer una liposucción e inyacterlas su propia grasa para reconstruir el pecho a las mujeres a las que se les ha extraído un tumor o a las que lo han perdido por entero debido a un cáncer.

Según explicó a este diario el jefe del servicio de Cirugía del hospital universitario, Jaume Estrada, esta técnica de injertos con la propia grasa comenzó a aplicarse en la década de los años 80 en la cara, para corregir la pérdida de volumen que sufrían en el rostro las personas con VIL a causa de los retrovisores. En España, el Hospital clínico de Barcelona fue pionero en este tipo de reconstrucciones.

estresad explicó que para rehacer el pecho a las mujeres que han sido masticatorias, se conserva la piel de la mama afectada y se le añade un "colgajo" de piel de la espalda, una especie de pliegue que se adhiere al dorsal ancho y que luego se inserta en la parte de la mama. De esta forma ya se adquiere cierto volumen, pero no el suficiente. Al cabo de tres o cuatro meses, el cirujano ya puede practicar la liposucción a la paciente para acabar de completar la intervención.

El cirujano plástico extrae el tejido graso de la paciente, que después es centrifugado para extraerle la sangre y el líquido de la anestesia. Así se consigue adipocitos puros que se inyectan en la mama.

El jefe del servicio de cirugía enumera las ventajas de esta práctica. Para empezar, al utilizar la grasa propia de la paciente no hay posibilidad de rechazo. Además, según señala Estrada, las prótesis pueden endurecerse y resultar incómodas y encima hay que cambiarlas como mínimo cada diez años. Otra ventaja de esta técnica es que la recuperación es más rápida y además el acabado de la mama es más natural.

Eso sí, el doctor Estrada no cree que esta práctica acabe sustituyendo del todo a las reconstrucciones mamarias tradicionales, ya que no se puede hacer a todo el mundo. "Hay mujeres que no tiene tejido graso como para hacerles una liposucción", indica. Además, en la lista de inconvenientes de esta técnica, Estrada señala que hay que hacer varias intervenciones quirúrgicas mientras que cuando se implantan prótesis artificiales sólo es necesaria una sesión.