Manuel Fuentes Revuelta (Ciempozuelos, 1956) es un hombre tranquilo pero de convicciones firmes. Es el alcalde de Seseña, una ciudad de La Mancha abrumada por una macrourbanización creada por el constructor conocido como ´El Pocero´. Como su paisano Don Quijote, Fuentes lucha contra los gigantes de la especulación urbanística, lo que le ha valido una decena de querellas presentadas por ´El Pocero´. Ayer vino a Palma invitado por el Club DIARIO DE MALLORCA y Esquerra Unida para dar una conferencia sobre "Propuestas para la transparencia democrática y la lucha contra la corrupción".

–¿Le resulta cuesta arriba luchar contra la especulación del suelo en Seseña?

–Ha sido complicado porque no siempre se ha entendido el posicionamiento de Izquierda Unida. Ha habido una creencia generalizada de que hay que anteponer las pretensiones de desarrollo económico, aunque no fuese muy ética, a la idea de crear una ciudad sostenible.

–La creación de empleo es siempre el argumento empleado para convencer.

–Esto siempre ha circulado en la población de Seseña: Hay que dejar que todo el mundo haga lo que quiera si genera dinero, y es la gran equivocación. Hemos conseguido aplicar una política seria, pero ahora con la crisis, la percepción de los ciudadanos es que las cosas no han ido bien, pero ya aventurábamos que esto podía ocurrir cuando dijimos que habría pan para hoy y hambre para mañana con ese desarrollo urbanístico.

–¿Se ha sentido amenazado durante esta lucha con los urbanizadores?

–Me siento constantemente amenazado en lo político y en lo personal porque hay que hacer frente a once querellas, y hemos tenido que aguantar manifestaciones de trabajadores pidiendo licencias para su jefe, que no se podían dar porque no eran legales. He sido perseguido por medios de comunicación propios del agente urbanizador, recusaciones que impedían que votáramos en los plenos. Todo es una estrategia planteada para amedrentarnos, hacernos sucumbir. Ha habido alguna sentencia condenatoria que fue recurrida y ahora me tengo que sentar en el banquillo de los acusados por otra querella por calumnias. Con auto de archivo hay ocho de las once querellas, esperemos que al final todas sean archivadas y no entrañe un riesgo político ni personal para los cargos municipales. Es una situación complicada.

–Enfrentarse al gran capital le ha supuesto tener en contra a instituciones de toda índole, incluyendo a poderes del Estado, ¿Se siente como David luchando contra Goliat?

–Se tiene esa percepción, uno llega a pensarlo, es como si nos hubiésemos salido del sistema. Algo similar deben estar pensando los dos periodistas de la SER que por contar una información veraz les condenan, lo mismo puede sentir el juez Garzón. Pareciera que estamos molestando, y lo único que hacemos es actuar con honestidad y ser transparentes. Un promotor me dijo hace años que no quería información de su empresa ni buena ni mala, sino pasar desapercibidos para que nadie se entere de lo que pasa.

–Decía usted en una rueda de prensa que dio en Palma que el capital controla a los poderes públicos.

–Estoy convencido que el poder económico tiene mucha fuerza. Dinero y poder van de la mano, cuando debería prevalecer el servicio público y no dejarse influir, pero eso es una utopía, porque hay mucho sinvergüenza metido en política, y eso hay que combatirlo. Desgraciadamente el poder económico maneja todo y se reciben muchas presiones cuando alguien del poder económico quiere sacar adelante su proyecto.

–¿Presiones también de los propios ciudadanos?

–Sí, desgraciadamente los ciudadanos también pueden estar influidos por el poder económico. Si un empresario paga un viaje a Mallorca a una asociación de 500 vecinos. ¿Influye o no? Yo creo que sí, se favorece a un determinado grupo y los ciudadanos también se pueden ver influidos porque si un empresario controla un medio de comunicación puede decir a quién hay que votar.

–¿Lo que está pasando en Seseña es un ejemplo de como actuar ante las presiones?

–En Seseña se actúa con cierta normalidad. El cargo público elegido por los ciudadanos es quien debe gobernar el municipio. Nos posicionamos contra los especuladores y esto es lo normal, pero pareciera que es anormal porque en otros sitios no se actúa de forma tan contundente. Reconozco errores en la gestión municipal pero otra cosa es facilitar los negocios a unos pocos en perjuicio del resto.

–Tras aquella macrourbanización levantada en su municipio que triplica su población, ¿Qué hacer ahora?

–Ahora hay que gestionarla, hay 3.000 empadronados, 5.000 viviendas construidas y dar una buena calidad de vida a aquellos que compraron la vivienda de buena fe. Hay que diseñar un plan para contener y no para expandir, a fin de cohesionar a la población y hacer un pueblo sostenible.