Los enfermos de aniridia -una patología ocular hereditaria incluida en el listado de enfermedades raras, que afecta a una decena de personas en las Islas- proponen que se elabore un protocolo de actuación que permita unificar criterios a la hora de tratar a los afectados, de modo que estos puedan conservar su escasa visión el mayor tiempo posible. Así lo explicó la presidenta de la Asociación Española de Aniridia, Yolanda Asenjo, durante la presentación del Encuentro Europeo de Profesionales especializados en esta enfermedad, que se celebra en el Hotel Saratoga.

La aniridia es una enfermedad ocular congénita y hereditaria caracterizada por la ausencia del iris. Quienes la padecen tienen una visión muy limitada, que no supera el 20%, debido a la falta de desarrollo del globo ocular durante la gestación. Esta enfermedad va asociada a otras alteraciones, como el glaucoma o las cataratas congénitas. Puesto que los casos son pocos (uno por cada 100.000 nacidos) y los afectados están dispersos, son pocos los médicos que cuentan con un número suficiente de pacientes que les permita especializarse en la enfermedad. De ahí que se quiera impulsar un protocolo de actuación de uso generalizado para todos los oftalmólogos de España que unifique criterios sobre diagnóstico y tratamiento.

Si bien esta patología no es reversible, asistentes al encuentro manifestaron que ya se trabaja en la selección de embriones para garantizar que la descendencia de los afectados esté libre de ella.

Según la asociación, la aniridia está más presente en las regiones del Mediterráneo que en el resto de España.