El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, garantizó ayer que tras la huelga general del próximo miércoles mantendrá el diálogo y la concertación con los sindicatos para lograr reducir el desempleo y apeló a su responsabilidad para que planteen propuestas con ese objetivo.

Zapatero aludió a la huelga general, por la que volvió a expresar su profundo respeto, en su intervención en un acto organizado por el PSOE en Zaragoza en apoyo de la candidata del partido a la presidencia de Aragón, Eva Almunia.

El jefe del Ejecutivo defendió la reforma laboral y, pese a las críticas recibidas por parte de los sindicatos, aseguró que mantendrá el objetivo del diálogo social más allá de la huelga general porque hay muchos cambios que hacer en el ámbito laboral, social y en el sistema de pensiones que aconsejan la máxima capacidad de concertación.

"Como presidente del Gobierno, os puedo asegurar que volcaré todos mis esfuerzos para tener ese diálogo con los sindicatos y con la patronal", recalcó el líder socialista.

Pero al mismo tiempo, llamó a la responsabilidad para salir de la crisis y para crear expectativas de empleo y, por ello, pidió que se planteen iniciativas, porque dijo que respeta "la crítica y la descalificación", pero "parece razonable que se presenten propuestas".

"Eso es lo que el Gobierno quiere compartir, y está dispuesto a hacer el máximo esfuerzo de diálogo", insistió.

Zapatero reiteró su respeto a la decisión de las centrales sindicales de convocar una huelga general y aseguró que nunca saldrá de las filas socialistas alguien que pretenda restringir derechos de los representantes de los trabajadores, en alusión a la propuesta de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, de reducir el número de liberados sindicales.

"Tienen derecho a la huelga, ¡sólo faltaría!, pero el Gobierno debe intentar cambiar las cosas para generar más empleo", reiteró el presidente del Gobierno.