La obsesión de Bernardí Roig por la cabeza de Goya se expone en Washington

Durante el confinamiento por covid, el artista Bernardí Roig sintió una paralización artística, acudía a su estudio de Binissalem y no sucedía nada, como él mismo ha relatado. Hasta que empezó a dibujar, un dibujo diario y siempre de la cabeza, perdida, de Goya, pintor que desde joven le ha obsesionado. Ahora, The Phillips Collection, museo de Washington y el primero de arte moderno de los Estados Unidos, ha posibilitado la unión de los dos creadores, exponiendo las 55 ilustraciones inéditas del mallorquín junto al cuadro El arrepentimiento de San Pedro del genio del siglo XVIII.

La exposición Bernardí Roig: La cabeza de Goya se puede visitar desde hace unas semanas, pero será el próximo 10 de mayo cuando se inaugure oficialmente como Especial Installation durante la gala anual que celebra el museo estadounidense, según informó el propio Roig a este diario.

En las instalaciones del museo de Washington, en una misma sala conviven el cuadro del pintor y grabador nacido en Fuendetodos, cuyo cuerpo apareció decapitado cuando se abrió su tumba en 1888, y los 55 dibujos de su cabeza realizados por el artista mallorquín con carboncillo, cera y grafito sobre papel pobre de 40 x 30 centímetros.

Esta serie es el cuarto trabajo de Roig que entra en la colección de este museo de arte moderno, que en la temporada 2014/2015 mostró su obra escultórica con Intersections.

«Goya es una de las columnas que han sostenido mi adolescencia artística», ha declarado Roig a la curadora asistente de la exposición, Camille Brown. El mallorquín recuerda que en sus primeras visitas al Museo del Prado acababa «engullido por las Pinturas Negras».

Respecto a esta serie de 55 bocetos en torno a la testa de Goya, Bernardí Roig asegura que «es un intento de trazar el itinerario imaginario de una decapitación», en el que no hay un solo dibujo que esté acabado. «Un dibujo y su fracaso me llevaban a otro», comenta el artista. «Cada una de esas cabezas ya contenía el nivel de frustración suficiente para, al día siguiente, volver a intentarlo, funcionaban como un acelerador de potencialidades», añade sobre ese proceso creativo, que tuvo lugar entre el 1 de mayo y el 24 de junio de 2020 y durante el que el artista especulaba sobre el posible paradero de esa cabeza y los motivos de su desaparición.

La exposición se mantendrá hasta el próximo 7 de julio. Hasta el pasado 14 de abril, se pudo ver en el Casal Solleric la exposición La habitación roja, con diferentes obras de Bernardí Roig, que supuso el regreso de este artista a este espacio cultural de Palma al cumplirse 25 años de su primera exposición en este lugar.