Su vida era una odisea de drogas, armas y corrupción que de alguna manera llevaron a John McAfee, el creador del famoso antivirus, a la prisión de BRIANS 2, en Barcelona.

Horas después de saber que iba a ser extraditado a Estados Unidos se ahorcaba en la celda en la que llevaba 8 meses. Según su abogado, el magnate de 75 años no podía soportar su encierro. Estaba obsesionado con que existía un complot contra él del Gobierno de Estados Unidos, por haber denunciado la corrupción de su agencia tributaria. Su nombre estaba en la lista de la Interpol de personas más buscadas. La justicia estadounidense le acusaba de evadir millones de dólares en impuestos de las ganancias supuestamente obtenidas con el comercio de criptomonedas. Había sido detenido en varias ocasiones, pero el pasado 3 de octubre, fue la definitiva, cuando la policía española logró interceptarle en el aeropuerto de Barcelona justo antes de volar a Turquía.