La intensidad de la borrasca Juliette dejó una nevada histórica en Mallorca, con la Serra de Tramuntana, del Galatzó al Tomir, con acumulaciones de nieve de hasta 2,5 metros de espesor y un fino manto blanco al nivel del mar en Cala SantanyíCala Llombards y Cala Figuera.

Las abundantes precipitaciones, de hasta 96 litros por metro cuadrado, y las bajas temperaturas, con 3,4 grados bajo cero en la Serra d’Alfàbia y 2,4 grados negativos en Escorca, provocaron que la Serra de Tramuntana amaneciera completamente nevada. Y que a medida que avanzaba el día su manto blanco fuera descendiendo hasta cotas inferiores, primero hasta los 400 metros, después hasta los 100 y finalmente hasta el nivel del mar en enclaves del Sur y el Llevant