La fiebre mallorquinista que ha invadido a la afición tras el pase a la final de la Copa del Rey incrementa el número de bermellones que acuden al estadio a disfrutar del Mallorca.

En día de partido, resulta complicado encontrar aparcamiento cerca de Son Moix. El parking del propio estadio suele llenarse minutos antes del partido y, además, circular por su interior puede llegar a ser incómodo. Las calles del polígono de Can Valero también terminan llenas, y hasta las rotondas se convierten en plazas improvisadas.