A lo largo de todo la escultura hay manchas de herrumbre y en buena parte de la superficie la pintura está levantada. El emblemático cilindro de la plaza del Tubo de Palma también sufre por la suciedad acumulada y una falta de mantenimiento adecuado.

El Ayuntamiento realizó en 2014 la última intervención relevante para restaurar el tubo, incluyendo el refuerzo de los soportes metálicos de la escultura y una nueva capa de pintura.