La semana pasada se viralizó la queja de unos vecinos que denunciaban la presencia de un gallo que canta de madrugada y no les deja dormir. 

Los afectados, creyendo que el ave estaba en el patio del Bar Trilogía, ubicado en la calle Manacor, le pasaron un papel por debajo de la puerta a la dueña pidiendo que se deshiciera de él "por el buen descanso del vecindario".