Así se puso de manifiesto hoy en el encuentro internacional "I+D en vacunas del sida", organizado por la Iniciativa Internacional por las Vacunas del Sida (IAVI) y el Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (GTT), que hoy inauguró la ministra de Sanidad, Elena Salgado.

En su discurso, Salgado señaló que, a pesar del apoyo de la industria, los gobiernos y la ciencia, no existen previsiones de que se pueda lograr a corto plazo una vacuna dadas las características de la infección y la variedad de subtipos del VIH.

Por ello, subrayó, la opinión científica apunta a que no será posible una profilaxis al cien por cien, sino una protección parcial de una enfermedad que ha matado a más de 25 millones de personas.

La ministra reclamó apoyo económico e institucional para este objetivo que supondría un "extraordinario beneficio" para la salud, el desarrollo y la lucha contra la pobreza y consideró que ningún país aislado logrará el objetivo.

En este sentido, recordó que España aporta un millón de euros a la Plataforma Europea de Ensayos Clínicos y desde 2006 la Secretaría del Plan Nacional del Sida y el Instituto Carlos III aportan cada uno medio millón de euros para investigar una vacuna preventiva.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunció hoy que el Gobierno destinará otro millón de euros en 2007 a la iniciativa público privada IAVI, que concentra la mayoría de sus investigaciones en los países en desarrollo.

El coordinador general de GTT España, Joan Tallada, explicó que las investigaciones sobre vacunas no se llevan a cabo con virus atenuados (como en la de la gripe o las más conocidas en occidente), porque conllevan un pequeño porcentaje de riesgo de adquirir la enfermedad difícilmente asumible en el caso del VIH.

El consenso político y científico fijan la barrera de la eficacia de una vacuna para el sida en el 30 por ciento, un porcentaje que puede ser "chocante" para países desarrollados, pero con efectos en la salud pública importantes en los países pobres ante una epidemia "devastadora" como el sida, agregó.

Tallada señaló que de los más de 30 tipos de vacuna que se están investigando en la actualidad, todas ellas están en fase I o II y solo una, que se desarrolla en Tailandia, está en fase III.

"Hay muchas estrategias en marcha y no sabemos cuál será primero.

Seguramente tendremos más de un tipo de vacuna y habrá que elegir dependiendo el tipo de población al que se dirija", agregó.

En este sentido, señaló que se podría conseguir una vacuna que evite el tratamiento a los afectados por sida, otra que elimine la trasmisión por amamantamiento u otra para rebajar la capacidad de trasmisión del virus.

Tallada señaló que, en caso de que la vacuna se consiguiera mañana, solo se podría distribuir en los países desarrollados ya que se requiere una infraestructura industrial para fabricarla en millones de dosis ausente en los países pobres.

Por ello, señaló que a causa de este esfuerzo de inversión, la mayoría de los prototipos se ensayan bajo una fórmula de partenariado público-privado por el que la propiedad intelectual del hallazgo pertenece a los Estados, pero los grandes laboratorios prestan su capacidad tecnológica a cambio de un beneficio razonable.

El coordinador de GTT señaló que a pesar de que algunos científicos aseguran que nunca se encontrará la vacuna, por convencimiento ético "no podemos permitirnos no intentarlo" y recordó que la vacuna para la polio tardó 80 años en ser descubierta y la de la viruela 40.

En el mismo sentido se expresó el ministro de Ciencia y tecnología de la India, Kapil Sibal, quien subrayó la "conducta ética" como elemento central de la investigación ya que "no se trata solo de tener una vacuna eficaz sino de que sea accesible".