-¿A quién se dirigen sus lecciones sobre capacidad de liderazgo?

- A cualquier persona que quiera influir en los demás. Un líder puede ser un padre con sus hijos, un empresario, una persona que se dedica a la política. Una persona estresada no puede liderar a nadie.

- Habla de estrés, ¿los nervios pueden poner en apuros a un buen líder?

- Por supuesto. Existe una enfermedad que la gente no conoce, que es la incapacidad profesional transitoria. Consiste en que personas que técnicamente son muy profesionales, cuando hablan en público aparentan lo contrario. Es fundamental aprender a controlar los nervios, porque si no lo hace, se convierte en una persona robotizada cuando habla en público. Y una persona robotizada no persuade.

- ¿Qué claves da a su alumnos para que controlen los nervios?

- Yo enseño un método totalmente novedoso en Europa para controlar los nervios en menos de siete segundos. El agua y la respiración profunda son básicos para controlar los síntomas físicos de nerviosismo. Digo para controlarlos, no para evitarlos, puesto que evidentemente nuestro cerebro actúa de forma que cuando detecta un peligro salta automáticamente.

- ¿Cómo define a un buen líder?

- Un buen líder tiene que tener una capacidad de comunicación clara. El líder no persuade sentándose en un sillón y esperando a que la gente se adhiera a él. Cuando se trata de establecer una persuasión; la cabeza de puente no es la cabeza, sino el corazón. Un buen líder es una persona que emocionalmente llega a los deseos, a las inquietudes, y comprende y apacigua a las personas.

- ¿Aprobamos en liderazgo los españoles?

- En España el liderazgo es pésimo. Aquí se ha despreciado la capacidad de comunicación. Por lo tanto es evidente que el líder es una auténtica desgracia.

- ¿Y nuestros políticos?

- Igual de pésimos. Rajoy es un pésimo comunicador y yo soy votante del Partido Popular. Es evidente que Rajoy a nivel emocional es un cero patatero, hasta el punto de que una persona ve a Rajoy y le convence cero. Y respecto a Zapatero... pues ya está amortizado. Es una persona que no tiene una capacidad cultural como para ser un buen orador. Un buen orador tiene que tener más de doscientas citas en su cabeza. Citas que ayudan a las personas pero claro, para eso tienes que leer y mucho, y no novelas.

- ¿ Qué pasa con Rubalcaba?

- Rubalcaba se está equivocando de estrategia, porque está dando una sensación de ´yo no he hecho nada, yo no he roto un plato´ cuando en realidad él es un excelente comunicador. Particularmente, si yo fuese Rubalcaba, haría lo que tengo que hacer para ser un buen líder, que es respetar a mi electorado. Y diría: ´Señoras y señores, nos hemos equivocado radicalmente y, como todo el mundo aprende de los errores, venimos a cambiar´.

- ¿Qué país habría que tomar como ejemplo?

- Estados Unidos. Allí la competencia se copia. En España, si una persona gana mucho dinero, la gente se pregunta por qué, allí se preguntan cómo. Está clarísimo que tú nunca puedes ser el más listo de tus colaboradores. Por eso, los grandes gurús norteamericanos, aunque sean mediocres, triunfan, porque contratan a los mejores para que les ayuden a esa capacitación profesional.