Significa algo el hecho (y el cohecho) de que cuanto más imputa la justicia a Camps mejor le va en las encuestas? Es que no se trata de un caso único: ahí tienen a Fabra, por no citar a Berlusconi, cuyos momentos de gloria han coincidido con sus acciones más rastreras. Dicen que su popularidad comienza a decrecer, pero no se fíen, lo mismo está tomando impulso. En cuanto a Rajoy, a medida que baja en la valoración ciudadana, mayores son también sus expectativas de voto. Es como si hubiéramos decidido que gobernara porque no nos gusta. Y vemos los programas basura de la tele por eso mismo, porque nos parecen repugnantes. Y nos damos a las hamburguesas por lo que tienen de materia fecal. Y pese a que ahora mismo deberíamos estar más despiertos que nunca, consumimos somníferos por un tubo. Quizá la humanidad ha entrado en una era caracterizada por el apoyo a lo que le hace daño. De ahí también el aumento de la polución, del ruido, de las alergias y de los politonos.

-¿Crees que este abrigo me queda lo suficientemente mal?

-Te queda horrible.

-Pues me lo llevo, porque además es muy caro.

A ver cómo salimos de este invierno raro y contradictorio. De momento, voy a volver a fumar para perfeccionar la bronquitis y recuperar la tos, que empezaba a perderla. Y no es por nada, queridos empresarios, pero seguramente ha llegado la hora de inaugurar una lotería negativa, como la del cuento de Borges (La lotería de Babel). Es decir, un juego de azar en el que los premios fueran castigos. ¿Que te toca el Gordo? Pues te cortan la mano derecha, por ejemplo. No importa, puedes seguir apostando con la izquierda, que estaría chupado perderla: bastaría con la terminación.

Tal como están las cosas, y dado el furor electoral que provocan Camps y Cía., pronto exigiríamos que el primer premio fuera la muerte. Haríamos colas infinitas en las administraciones de lotería para obtener nuestro décimo. Es lo que se deduce de la lectura de la prensa, y de las informaciones de los telediarios. Si se presenta a la próximas elecciones Jack el Destripador, con Al Capone de segundo, arrasan. ¿Es o no es un momento histórico?