Neurociencias

Revuelo en la comunidad científica por las dudas sobre la consciencia

Más de 24 científicos se rebelan contra la idea de que la experiencia subjetiva surge de la forma en la que se procesa la información dentro de un sistema

Las teorías sobre la consciencia no han logrado consenso sobre su naturaleza y origen.

Las teorías sobre la consciencia no han logrado consenso sobre su naturaleza y origen. / Generador de imágenes de la IA de BING para T21/Prensa Ibérica, desarrollada con tecnología de DALL·E.

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

Más de 600 millones de años después de su aparición, la consciencia sigue siendo un enigma. La ciencia no ha conseguido explicar la naturaleza y el origen de las experiencias subjetivas. Pero la idea de que algunos animales, plantas o incluso máquinas, puedan tener algún grado de consciencia, ha causado revuelo en la comunidad científica.

La teoría de la información integrada (IIT, por sus siglas en inglés) es una propuesta que intenta explicar qué hace que alguien o algo sea consciente, es decir, que tenga experiencias subjetivas como ver, sentir o pensar.

Según esta teoría, la consciencia surge de la forma en que se procesa la información dentro de un sistema, ya sea una red de neuronas o un circuito informático. Según este sistema esté más o menos interconectado, o integrado, tendrá niveles más altos o más bajos de consciencia.

La IIT fue desarrollada por el neurocientífico y psiquiatra Giulio Tononi, de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos, y ha sido defendida por otros investigadores como Christof Koch, del Instituto Allen para la Ciencia del Cerebro, en Seattle, también en Estados Unidos.

Esta teoría ha recibido mucha atención mediática por sus implicaciones filosóficas y éticas, como la posibilidad de que algunos animales, plantas o incluso máquinas, puedan tener algún grado de consciencia.

Manifiesto académico

Sin embargo, no todos los científicos están convencidos de la validez de la IIT. En una carta publicada el 15 de septiembre en el repositorio de preimpresión PsyArXiv, 124 académicos criticaron duramente la teoría IIT y la calificaron de pseudociencia, es decir, que se presenta como científica pero que no se basa en evidencias empíricas ni sigue el método científico.

Los autores de la carta argumentan que la IIT tiene varios problemas conceptuales y metodológicos que la hacen inviable como explicación de la consciencia.

Por ejemplo, señalan que la teoría no define claramente qué es un sistema ni cómo se mide su grado de integración.

También cuestionan que la teoría pueda hacer predicciones falsables y contrastables con los datos experimentales. Además, acusan a los defensores de la IIT de ignorar o desestimar otras teorías alternativas que tienen más apoyo empírico.

Revuelo científico

La carta, tal como informa Nature, ha provocado una fuerte reacción en la comunidad científica dedicada al estudio de la consciencia. Algunos investigadores han apoyado las críticas a la IIT y han pedido más rigor y transparencia en el campo.

Otros han rechazado el calificativo de pseudociencia y han defendido el valor de la IIT como una hipótesis plausible y coherente.

También ha habido quienes han expresado su preocupación por el tono polémico y polarizador de la carta y han abogado por un debate más constructivo y respetuoso.

En el fondo, los firmantes de la carta se sienten incómodos con lo que perciben como una discrepancia entre el rigor científico atribuido a la IIT y la considerable atención que recibe de los medios populares, debido a la forma en la que la explican sus defensores, destaca Nature. El enfado tal vez sea más de forma que de fondo.

Estudio polémico

En cualquier caso, la controversia sobre la IIT no es nueva, pero se intensificó después de que en junio pasado se publicara un estudio que comparaba dos teorías rivales sobre la consciencia: la IIT y la teoría del espacio neuronal global (GNW, por sus siglas en inglés), introducida originalmente por el psicólogo Bernard Baars.

Los experimentos de este estudio, que incluían escáneres cerebrales, no probaron ni refutaron completamente ninguna de las dos teorías, por lo que algunos medios de comunicación, incluido T21/Prensa Ibérica, señalamos entonces que una apuesta de 25 años de duración, entre un filósofo y un neurocientífico, había concluido a favor del primero porque no se había conseguido determinar en todo ese tiempo cómo puede surgir la consciencia de las neuronas del cerebro.

Sin embargo, en relación con ese estudio algunos investigadores encontraron problemático que se destacara a la IIT como una de las principales teorías de la consciencia. La carta académica publicada ahora es una consecuencia amplificada de esa crítica.

Lo que sabemos sobre la consciencia tiene importantes lagunas.

Lo que sabemos sobre la consciencia tiene importantes lagunas. / Pier Monzon en Unsplash.

Teorías sobre la consciencia

Existen una docena de teorías sobre la consciencia que intentan explicarla desde diferentes perspectivas, pero hasta ahora ninguna ha logrado resolver completamente el llamado “problema difícil”, es decir, cómo explicar la naturaleza y el origen de las experiencias subjetivas.

La teoría de la orden superior (HOT, por sus siglas en inglés), defendida por el filósofo David M. Rosenthal, sostiene por ejemplo que la consciencia surge cuando un estado mental es representado por otro estado mental de orden superior, es decir, cuando uno es consciente de ser consciente.

La citada teoría del espacio neuronal global (GNW) propone a su vez que la consciencia es el resultado de la integración de información proveniente de diversas áreas cerebrales en una red neuronal global que permite el acceso y el control de la información.

Otra explicación

La teoría del procesamiento recurrente (RPT, por sus siglas en inglés), propuesta por el neurocientífico Victor Lamme, ofrece una explicación diferente: vincula la consciencia perceptiva con el procesamiento, independiente del espacio de trabajo, centrándose en lo recurrente. Afirma que la consciencia es el producto de las predicciones generadas por el cerebro sobre el estado del mundo y del propio organismo, basadas en un modelo interno que se actualiza constantemente con la retroalimentación sensorial.

La teoría de la reentrada propuesta por el biólogo Gerald M. Edelman, sugiere, por último, que la consciencia depende de la formación de bucles recurrentes entre las áreas corticales y talámicas, que permiten la sincronización y la coordinación de la actividad neuronal.

Hay más teorías que podrían explicar la consciencia, pero las citadas son las que han adquirido mayor relevancia entre los expertos, sin que se haya alcanzado por el momento un consenso sobre su naturaleza y origen.

Implicaciones

La laguna que persiste en el estudio de la consciencia tiene varias implicaciones en diferentes ámbitos, como la filosofía, la ciencia, la ética y la sociedad, por lo que el revuelo científico que ha despertado ahora tiene también un amplio interés social.

En el ámbito filosófico, el estudio de la consciencia plantea cuestiones fundamentales sobre la naturaleza y el origen de las experiencias subjetivas, el problema mente-cuerpo, el libre albedrío, el sentido de la identidad y la personalidad, y la relación entre la razón y la emoción.

En el ámbito científico, el estudio de la consciencia supone un reto para desarrollar teorías y modelos que puedan explicar y predecir los fenómenos conscientes, así como para diseñar y aplicar métodos y técnicas que permitan medir y manipular el nivel y el contenido de la consciencia, particularmente en el ámbito médico.

En el ámbito ético, el estudio de la consciencia implica considerar los derechos y deberes de los seres conscientes, tanto humanos como no humanos, así como las responsabilidades morales de los investigadores y los usuarios de las tecnologías que afectan a la consciencia.

En el ámbito social, el estudio de la consciencia influye en la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás, así como en las normas y valores que regulan nuestra convivencia. También tiene implicaciones para la educación, la salud, la política, la cultura y el arte.

600 millones de años de misterio

Estas son solo algunas de las implicaciones que tiene el estudio de la consciencia, pero hay muchas otras que dependen del enfoque y el contexto en que se aborde este tema tan fascinante y complejo. No es una cuestión baladí que nos afecta como especie.

Hay que tener en cuenta que el origen histórico de la consciencia se remonta hasta la aparición de los primeros organismos unicelulares, ocurrida hace unos 600 millones de años.

En aquellos remotos tiempos, estos organismos ya eran capaces de percibir su entorno y de reaccionar e interactuar con el medio. Es la primera forma de consciencia conocida que todavía intriga a la especie que incluso ha llegado a ser consciente de su propia consciencia, a pesar de lo cual no ha conseguido despejar la incógnita de lo que eso significa.

Referencias

The Integrated Information Theory of Consciousness as Pseudoscience. Stephen Fleming et al. PsyArXiv Preprints, September 17, 2023. DOI:10.31234/osf.io/zsr78

An adversarial collaboration to critically evaluate theories of consciousness. Cogitate Consortium et al. bioRxiv, June 30, 2023. DOI:https://doi.org/10.1101/2023.06.23.546249

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