El Govern ha sido condenado a pagar 138 millones de euros a los propietarios afectados por la Ley 4/2008 de Xisco Antich, que desclasificaba suelos urbanizables. La cosa, dicen, puede llegar a los 172 millones; o sea, 28.600 millones de pesetas, casi nada. Antich estos días se ufana en las redes sociales del éxito canario del 75% de bonificación en los viajes para los residentes en las islas como si fuera suyo, y también está muy contento con la subida del 2% de gasto (2.500 millones) permitido para todas las comunidades autónomas (nos deben corresponder unos 60, según población). Sin embargo, el señor senador no pide ni una disculpa por el zambombazo procurado por el Govern que él presidía. Se ve que sólo le gustan las medallitas, y como el dinero no es suyo...
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