Un ladrón se disfrazaba de empleado de la limpieza para robar en restaurantes de Manacor

El delincuente se hizo un corte al romper un cristal en uno de los golpes y el reguero de sangre condujo a su domicilio

Detenido el ladrón de restaurantes de Manacor que se disfrazaba de empleado de la limpieza

Policía Nacional

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Un ladrón se disfrazaba de empleado de la limpieza para robar en restaurantes de Manacor sin despertar sospechas. Vestía un mono de una empresa y portaba un contenedor, donde guardaba lo sustraído, para pasar desapercibido. Un corte al romper un cristal y el reguero de sangre condujeron a su domicilio. Agentes de la Policía Local de Manacor han detenido a ese delincuente multirreincidente por uno de los robos e investigadores de la Policía Nacional averiguaron que este malhechor había cometido al menos otro robo con fuerza en otro establecimiento de la capital del Llevant.

El primero de los hechos delictivos que se le atribuyen lo cometió el pasado 29 de febrero. El ladrón entró decidido en el almacén de un restaurante ataviado con un mono de empresa y un contenedor. De esta manera nadie sospechó de él. A continuación sustrajo bogavantes, bolsas de carne, hamburguesas y croissants. Todos estos artículos los introdujo en el depósito y salió del establecimiento sin que nadie reparara en él hasta transcurrido un tiempo, al percatarse de la sustracción.

El segundo golpe lo perpetró unas semanas después, el pasado 13 de marzo. El ladrón entró de madrugada con su indumentaria característica de empleado de la limpieza para introducirse en otro restaurante. Cuando los dueños se dieron cuenta del robo, observaron cómo el cristal de una puerta estaba roto y había abundante sangre en el suelo. A continuación vieron cómo el sospechoso abandonaba corriendo el lugar.

Uno de los propietarios siguió al delincuente varios metros hasta que le perdió de vista. A continuación avisó a la Policía Local de Manacor. Una patrulla policial se personó en el lugar. Los agentes siguieron el rastro de sangre, que les condujo hasta un domicilio. Al llamar a la puerta, el sospechoso abrió con las manos y la ropa ensangrentadas. Acto seguido fue detenido como presunto autor de un delito de robo con fuerza y la Policía Nacional averiguó su participación en otro delito.

El ardid de utilizar ropa de empresa y un contenedor le proporcionaba al delincuente un tiempo precioso para adentrarse en los restaurantes con total naturalidad sin que nadie sospechara de que se trataba de un ladrón. Con idéntica parsimonia, el malhechor introducía en el contenedor todo aquello que consideraba valioso antes de desaparecer del lugar. En esta ocasión, el rastro al hacerse un corte al romper una puerta y perder mucha sangre, le delató por completo y marcó dónde se encontraba.