Policía Local de Andratx: «Toda la estructura podría colapsar»

La devastadora explosión de una bombona de butano de una estufa la noche del lunes en calle Nord de Andratx provocó el derrumbe de un edificio y el estremecimiento de todos los cimientos de los inmuebles colindantes. «Con mover algo, toda la estructura podría colapsar. Es como el tetris», apuntaron desde la Policía Local de Andratx. El arquitecto municipal tiene la última palabra: demoler o rehabilitar. Aunque el catastrófico estado actual apunta a que cobra más fuerza la primera. Mientras, el morador, un hombre español de 53 años, fue trasladado en estado crítico por vía aérea a la Unidad de Grandes Quemados del hospital barcelonés de la Vall d’Hebron.

La prueba más tangible de la inestabilidad de los edificios es el desalojo de todos los residentes del inmueble donde se desató la explosión, considerado la zona cero del desastre y de los adyacentes. En un primer momento, Bombers de Mallorca, Guardia Civil y Policía Local de Andratx realizaron la primera actuación tras la potente deflagración.

Los bomberos ya tuvieron constancia entonces de los serios daños que ocasionó el estallido en el inmueble y en los edificios colindantes. La Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer las causas del siniestro y agentes de la Policía Local hicieron acopio de pruebas para acreditar el deteriorado estado de la estructura de estos edificios.

El dueño del inmueble tuvo que ser rescatado de entre los escombros, el inquilino resultó milagrosamente ileso después de escapar por una ventana lateral. Como medida de precaución, ante la endeblez de la estructura, la familia con dos niños del edificio colindante fueron evacuados y realojados por los servicios sociales municipales. «Todos los edificios han quedado muy tocados. Apoyados unos en otros», destacó ayer Daniel Cánovas jefe de la Policía Local de Andratx tras las comprobaciones realizadas.

«Fue como un trueno»

Mientras tanto, la calle Nord se convirtió en un punto de especial interés turístico de Andratx. La curiosidad por el siniestro y el hecho de que dicha vía estuviera señalada como una zona de paso en algunas rutas por el municipio multiplicaron la avidez por conocerlo. Por su parte, una empleada municipal de la limpieza se encargó de recoger la infinidad de cristales rotos y algunos restos de persianas destrozadas por la potente explosión.

«Pensé que había caído un trueno y que se me iba a caer toda la casa», señaló ayer una vecina de las inmediaciones del lugar del siniestro. Esta vecina fue testigo de cómo un joven sacaba de entre los escombros a la víctima del siniestro. «Cuando le rescataron estaba completamente negro», puntualizó. En un principio se apuntó que las quemaduras le afectaban al 40% del cuerpo del hombre afectado. La hija lo elevó al 80 o al 90%.

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