Condenado a dos años de prisión por agresión sexual a la canguro de sus hijos en Sóller

 Un hombre ha aceptado hoy en la Audiencia de Palma una pena de dos años de cárcel por agresión sexual a la canguro de sus hijos en Sóller a principios de octubre de 2022, cuando la víctima tenía 14 años de edad.

El acusado, que hoy cumple 44 años, ha reconocido los hechos ante el tribunal de la sección segunda. El sospechoso ha admitido que besó y sometió a tocamientos íntimos a la adolescente cuando esta se hallaba en su domicilio ayudándole en el cuidado de sus hijos.

La fiscalía, que inicialmente reclamaba cuatro años de prisión, ha rebajado su petición de condena y ha alcanzado un acuerdo con las abogadas de la acusación particular y la defensa.

La presidenta del tribunal ha dictado sentencia ‘in voce’ contra el procesado y le ha impuesto dos años de cárcel por un delito de agresión sexual a menor de 16 años. Además, le ha inhabilitado para ejercer cualquier oficio o profesión que conlleve contacto regular y directo con menores de edad por tiempo de tres años y también le ha prohibido aproximarse a menos de 200 metros y comunicarse con la perjudicada durante diez años.

Indemnización de 6.000 euros

Por último, el agresor sexual deberá cumplir la medida de libertad vigilada por tiempo de dos años y, en concepto de responsabilidad civil, tendrá que indemnizar a la víctima con 6.000 euros por los daños morales causados. La condena finalmente se le suspenderá por un periodo de tres años en los que no podrá volver a delinquir.

Los hechos ocurrieron el pasado 9 de octubre de 2022, sobre las diez de la mañana, en un domicilio de Sóller donde la menor se encontraba cuidando a los hijos del acusado. El hombre aprovechó que la adolescente se hallaba en su casa para tumbarse en el sofá, apoyar su cabeza sobre sus piernas y someterla a tocamientos íntimos.

A continuación, el encausado abrazó a la víctima, de 14 años, y comenzó a besarla, piropearla y hacerle proposiciones.

Por último, cuando la perjudicada se hallaba sentada en la cama del dormitorio del hombre, este la empujó por los brazos haciendo que se tumbara, se colocó encima de ella y le preguntó si la podía besar en la boca. En ese instante, la menor le propinó dos empujones y consiguió zafarse de él.

A consecuencia de estos hechos, la adolescente ha sufrido reacciones psicológicas de ansiedad y temor de que le pudiese volver a suceder un episodio similar.

El 16 de octubre de 2022, un juzgado de instrucción de Palma dictó un auto por el que se prohibía al sospechoso aproximarse y comunicarse con la menor.