Úrsula Pueyo lleva su mensaje de superación a la cárcel

El tiempo pasa muy despacio en prisión, y cualquier cosa que te permite salir de la rutina es bienvenida. Por eso para cerca de 120 internos del Centro Penitenciario de Palma el pasado jueves fue casi una fiesta. Disfrutaron de la proyección de una serie de documentales sobre deportes de aventura y contaron con una invitada de excepción, la deportista paralímpica mallorquina Úrsula Pueyo, que se ganó al auditorio contando su historia de superación ante la adversidad. «Todos hemos pasado malos momentos», les dijo a los presos, «forman parte de nuestra vida, pero hay que seguir adelante. La vida sigue y es muy bonita». La deportista fue despedida con una ovación. Mientras salían de salón de actos, uno de los presos se acercó a Pueyo y le dio las gracias. Le contó que él también había perdido una pierna en un accidente.

Estas actividades son una iniciativa de los educadores de la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) de la prisión de Palma, como Jordi, Julio o Avelino. La UTE es el módulo donde están los internos drogadictos que se comprometen a seguir una terapia de rehabilitación. Los trabajadores del módulo llevan a cabo diversas actividades para reforzar el programa de desintoxicación, como excursiones por las montañas de Mallorca. Los presos también colaboraron en los trabajos de limpieza forestal tras el temporal del año pasado en Lluc. Y una vez al año organizan un viaje de una semana para hacer el Camino de Santiago.

Jordi ya contactó el año pasado con los organizadores del European Outdoor Film Tour, certamen de películas sobre deportes de aventura, para que les permitieran proyectar algunos de los documentales en la prisión, y este año lo ha vuelto a conseguir. Además contactó con Úrsula Pueyo y le pidió que acudiera al centro para dar una charla sobre su experiencia.

La deportista paralímpica da una charla a un centenar de internos de la prisión sobre cómo afronta las adversidades: «Todos tenemos momentos malos, pero hay que seguir adelante»

Los trabajadores del centro penitenciario explican que el consumo de drogas es la causa por la que están encarcelados la mayoría de los internos de la prisión de Palma. «Probablemente el 90 por ciento de ellos están aquí por esta causa, no solo por tráfico de drogas, sino por robos cometidos para poder consumir o casos de violencia de géneroprovocados bajo su influencia», explica Julio.

«Dejar la droga en prisión es relativamente fácil», añade. «Lo difícil es no consumir cuando salen de aquí y vuelven a sus barrios, con sus antiguos amigos. Por eso tratamos de darles algunas herramientas para tratar de que no vuelvan a caer».

Y el deporte y las salidas a la montaña son algunas de las mejores herramientas con las que cuentan para tratar de evitar situaciones que les puedan llevar a delinquir de nuevo.

Por eso resultan tan importantes algunas de las lecciones de vida como las que compartió Úrsula Pueyo, considerada una de las deportistas paralímpicas más importantes de Baleares.

Úrsula, de cuarenta años, perdió una pierna a los quince en un accidente de tráfico. Durante doce años compitió con el equipo nacional de esquí, ganó cuatro medallas en la Copa del Mundo de Solleftea, en Suecia, y compitió en los Juegos Paralímpicos de Vancouver en 2010 y Sochi en 2014. Posteriormente se pasó al piragüismo y en la actualidad está preparándose para tratar de acceder a una de las pocas plazas que quedan para los Juegos de París.

La deportista respondió a la petición de Jordi, que anteriormente ya ha llevado a otra personas para dar estas charlas motivacionales en la cárcel, como Irene Villa o los hermanos Pou.

«Aprender de los fracasos»

Pueyo se mostró muy distentida entre los presos y recordó que estuvo trabajando durante dos años en el centro de menores de es Pinaret . «Esto es igual, pero en grande», comenta.

Tras relatar su historia a los internos, explicó que el deporte de alta competición es muy parecido a la vida. «Uno puede fracasar, pero es importante aprender de los fracasos, porque lo que te regalan no aporta ninguna motivación». La deportista insistió en que «todos hemos hecho tonterías en la vida, pero no tenemos el camino marcado, siempre podemos cambiar». Y de nuevo destacó los valores del deporte: «Trabajo, constancia, perseverancia... Cuando tienes malos momentos, hay que tener capacidad de seguir adelante, con el foco en donde queremos llegar. Cuando pienso en tirar la toalla recuerdo por qué comencé y por qué vale la pena esforzarse».

Y remató su charla con una historia personal, sobre nuevas oportunidades. Cuando se lesionó en el hombro tuvo que dejar los entrenamientos de piragüismo, lo que ha comprometido su participación en los próximos Juegos. Así que tomó una decisión: «Me voy a hacer surf». En agosto se fue a Cantabria a aprender, no se había subido nunca a una ola. En septiembre ganó una competición en Sri Lanka, en octubre fue campeona de España de Parasurf, y en noviembre quedó cuarta en los mundiales celebrados en California. Ahora ha vuelto a entrenar con la piragua, con el reto de ir a París, pero quiere compaginarlo con el surf.

La deportista fue despedida por los presos con una ovación. Mientras desalojaban el salón de actos, uno se acerca a ella y le da las gracias. Luego le comenta que a él también le falta una pierna, que perdió al ser atropellado por un autobús.

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