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Chema Manso: «La llegada de delincuentes argelinos ha cambiado el ‘ecosistema’ delictivo»

El inspector jefe Chema Manso se acaba de jubilar después de casi 44 años en el Cuerpo. En su Bilbao natal vivió los ‘años de plomo’ cuando ETA mataba a diario. Mallorca era una balsa de aceite y afrontó la transformación. En Extranjería combatió con denuedo tanto la explotación sexual como laboral. En este aspecto fue pionero

Chema Manso: "Bilbao era la champions league de la policía"

Guillem Bosch

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Explotación laboral, explotación sexual, los Ángeles del Infierno, el Aeropuerto de Palma o atracos. Estas actuaciones policiales, entre muchas otras, jalonan la impresionante hoja de servicios de Chema Manso (Bilbao, 1959). El inspector jefe de la Brigada de Extranjería recién jubilado pasó de afrontar la supervivencia frente al terrorismo de ETA y los atracos con recortadas a combatir delitos sofisticados en Mallorca, que antaño eran un tabú.

¿Cómo fue el aterrizaje en su Bilbao natal recién convertido en policía nacional en los llamados ‘años de plomo’?

En el Bilbao de aquella época, raro era el día que no había un atentado o robos de coches a punta de pistola. Fue también la gran explosión de la heroína. Como consecuencia de ello, había atracos con armas de fuego casi a diario. Era la ‘Champions League’ de la Policía. Había una actividad policial frenética.

¿Qué medidas de autoprotección utilizaba?

Las medidas eran mirar debajo del coche, y le decías a todo el vecindario que eras policía. Cambiar los itinerarios, era materialmente imposible. Eran medidas encaminadas a concienciarnos de que éramos carne de cañón. Yo empecé con 23 años, en 1980, y eso marca bastante. Nos tirotearon en Barakaldo y clavaron una granada a 20 centímetros de mi pecho, pero no explotó.

Cuando llegó a Mallorca ¿cómo afrontó este cambio drástico?

Llegué en agosto del 91. Entonces era una balsa de aceite. En Bilbao era imposible que una noche no hubiera detenciones y aquí había días que no pasaba nada. Y en invierno ni te cuento. Hoy en día es al revés. Aquí es la ‘Champions League’ y allí es ‘regional’. Mis hijos se enteraron de que yo era policía al llegar a Mallorca, porque allí no salía de casa nunca de uniforme Lo único que había entonces aquí eran hurtos.

La llegada masiva de pateras a Balears procedentes de Argelia han marcado sus últimos años de servicio policial

El inspector jefe Chema Manso se acaba de jubilar después de casi 44 años en el Cuerpo

El inspector jefe Chema Manso se acaba de jubilar después de casi 44 años en el Cuerpo / Guillem Bosch

Llegada a Mallorca

¿Cuál fue su primera actuación policial en Mallorca?

Al principio nos mandaron a los recién llegado a la Oficina de Denuncias. Yo no tenía uniforme. A una chica, que trabajaba en un bingo, la atracaron a punta de cuchillo. Al volver a su casa se encontró al atracador escondido entre dos coches. Me ofrecí a ir en el coche con ella. Al llegar ya lo vio escondido, me bajé, tenía un cuchillo bien grande y lo detuve. Al día siguiente Pepote (José Gómez Navarro) me llamó para que pasara al Grupo de Atracos.

Era un mito policial que se derrumbó...

Pepote era un currante las 24 horas del día. Lo conocía de Atracos en Bilbao en tiempos muy duros. Luego pasó lo que pasó (condena por corrupción y extorsión a La Paca). A los policías no nos pueden dejar solos y siempre tenemos que estar controlados.

Chema Manso en Mallorca.

Chema Manso en Mallorca. / Guillem Bosch / DM

¿Cómo fue la llegada a la Platja de Palma?

Pedí el traslado para poder conciliar algo. Había tenido gemelas y teníamos cuatro hijos. Entonces pedí instalarme en la Platja de Palma de subinspector en 1994. El invierno estaba muerto. En verano había trabajo, pero eran hurtos y los trileros, que no era ningún delito hasta que se les consideró organización criminal por hurtos a su alrededor.

¿Cuándo notó un cambio en la Platja de Palma?

Hice el curso de inspector y volví a la Platja de Palma. Me quedé como jefe del área de investigación. Ya había notado un cambio importante en el ámbito delictivo. Son Banya también pertenece al distrito de Platja de Palma. Me impactó cuando llegué de Bilbao a Mallorca, que era como un estado aparte. y allí hay sitios mucho más chungos.

«En Bilbao era la ‘Champions League’ policial. Ahora lo es en Mallorca y allí ahora es ‘Regional’»

¿Tuvo allí alguna situación peligrosa?

Yo iba siempre de paisano. No detuve a un gitano, pero sí a muchos payos. Pero los yonquis iban allí haciendo autostop. En Mercapalma parabas allí y le intervenías los dos radiocassettes que acababa de robar.

¿Alguna vez se erradicará Son Banya?

Si se lleva a gente del poblado fuera, pienso que se crearán otras ‘minisonbanyas’. A una persona normal, solo le quedaría una única opción: irse.

Al frente de la Brigada de Extranjería también ha vivido un cambio importante.

El comisario Alfonso Jiménez me fichó. Al principio no quería. Era una unidad burocrática. Solo se dedicaba al papeleo. Me prometieron que me iba a hacer cargo de una Unidad de Investigación (la UCRIF). El boom entonces era la explotación sexual, que la llevaban los rumanos. No se investigaba ni por la vía policial ni judicial. «Son cosas de putas», se decía.

«A los policías no nos deben dejar nunca solos. Siempre tenemos que estar controlados»

¿Investigaron algo relacionado con los Ángeles del infierno’?

Los empezamos a investigar en la UCRIF por el tema de la explotación sexual. La trata estaba muy bien probada, pero pasó de tapadillo. Fuimos los primeros que sobrevolamos en helicóptero la casa de Frank Hanebuth.

Las operaciones contra la explotación laboral, sobre todo en restaurantes de Palma, fueron muy sonadas...

Fuimos pioneros. Empezamos a trabajar con la inspección de trabajo. Nos llegamos a llevar detenidos a todos los camareros de dos restaurantes por la estancia irregular. Cerramos 30 bares del centro de Palma y fueron a prisión los explotadores.

Chema Manso en el País Vasco

Chema Manso en el País Vasco / DM

En estos últimos años ha crecido de manera exponencial la llegada de pateras a Balears. Sobre todo desde Argelia. ¿Cómo se puede afrontar este problema?

Al principio, a todos los que llegaban aquí los mandábamos de vuelta a su casa. Centro de Internamiento y a Argelia. Con la covid todo esto se interrumpió. No se podía devolver a nadie por el tema sanitario. Al acabar la covid, se rompen las relaciones. No aceptan a nadie y se convierte en una ruta fija Argelia-Balears.

También ha habido un aumento de la delincuencia de argelinos en Balears.

La llegada de delincuentes argelinos ha cambiado el ‘ecosistema’ delictivo en Balears. De los que nos llegan, un 60% son argelinos y un 40% subsaharianos y algunos asiáticos. Los que cometen delitos están entre los primeros. Algunos cometen robos con violencia a las 24 horas de llegar a Mallorca. El año pasado llegaron en patera 2.400 personas, algo inferior a 2022, que hubo unos 2.700.

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