Un tatuador, inhabilitado para trabajar con menores durante siete años por abusar de una clienta adolescente en Ibiza

El acusado acepta una condena de dos años de cárcel por manosear a una menor de 15 años a la que estaba tatuando.

Fachada de la Audiencia de Palma, donde se ha celebrado el juicio.

Fachada de la Audiencia de Palma, donde se ha celebrado el juicio. / MANU MIELNIEZUK

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Un tatuador que ejerce su profesión en Ibiza ha sido condenado hoy a dos años de prisión y siete de inhabilitación para trabajar con menores de edad por abusar sexualmente de una clienta adolescente. El procesado ha reconocido que durante una sesión de tatuaje con la víctima, que tenía 15 años, la sometió a tocamientos. El acusado, durante una vista celebrada en la Audiencia Provincial de Palma en la que ha comparecido a través de videoconferencia, se ha declarado autor de un delito de abuso sexual tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía. Además, deberá indemnizar a la perjudicada con 5.000 euros.

Los hechos ocurrieron el 20 de julio de 2021 en el establecimiento que regenta el encausado, de 48 años, en Sant Josep de sa Talaia. El hombre estaba tatuando a una menor de 15 años en la zona alta del pubis. Durante la sesión, que se prolongó unos 25 minutos, el encausado aprovechó para acariciar con su mano izquierda los genitales de la adolescente con ánimo libidinoso, sin su consentimiento y siendo consciente de que trataba de una menor de edad.

La adolescente se sintió violentada por lo ocurrido y presentó una denuncia por estos hechos. El acusado fue detenido al día siguiente y quedó en libertad.

La Fiscalía le imputó un delito de abuso sexual a menor de 16 años, por el que reclamó una condena de cuatro años de prisión y su inhabilitación para desempeñar la profesión de tatuador con menores de edad por un plazo de cinco años superior al tiempo de reclusión. También solicitó una indemnización de 5.000 euros para la víctima por los daños morales.

Hoy, antes de la vista celebrada en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Palma, la Fiscalía y la defensa han alcanzado un acuerdo de conformidad. La pena ha quedado finalmente fijada en dos años de prisión, que quedan suspendidos porque el hombre no tenía antecedentes, y la inhabilitación para tatuar a menores se extenderá durante los próximos siete años.

El acusado ha mostrado su conformidad ante el tribunal, que ha dictado sentencia en el acto.

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