Un acusado de desvalijar una decena de chalés en Son Vida: "¿Para qué voy a robar si tenía 500.000 euros en el banco?"

El sospechoso, de nacionalidad rumana, sostiene que es jugador profesional de póker y niega haber asaltado las viviendas

El presidente del tribunal lo ha expulsado del juicio por increpar a uno de los policías que lo investigaron

El acusado ha comparecido en el juicio, celebrado en la Audiencia de Palma, a través de videoconferencia.

El acusado ha comparecido en el juicio, celebrado en la Audiencia de Palma, a través de videoconferencia. / M.O.I.

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Un hombre de nacionalidad rumana acusado de desvalijar una decena de chalés en la exclusiva urbanización de Son Vida, en Palma, ha negado hoy en el juicio su implicación en estos delitos. "Yo venía a Mallorca a torneos de póker, no a robar. Soy jugador profesional", ha afirmado el procesado. Según su versión, esta actividad le proporcionaba importantes ingresos. "¿Para qué voy robar si tenía 500.000 euros en el banco?", ha dicho al ejercer su derecho a la última palabra. La Fiscalía pide para él una condena de seis años de prisión por la oleada de robos cometida entre septiembre de 2016 y enero de 2017, cuyo botín superó los 66.000 euros. Los investigadores de la Policía Nacional encargados del caso han explicado que el delincuente no dejó huellas y actuaba con el rostro cubierto por un pasamontañas. Según han explicado, identificaron al acusado tras ser detenido por la Guardia Civil en Calvià y comprobar que su vestimenta coincidía con la que llevaba el ladrón de Son Vida.

El sospechoso está encarcelado en una prisión de Madrid y ha comparecido en el juicio a través de videoconferencia. Tras varias advertencias, el magistrado que preside el tribunal lo ha expulsado. Primero ha lanzado una sonora carcajada cuando declaraba el policía que dirigió la investigación. Luego, lo ha increpado con la intención de hacerle preguntas sobre lo que estaba explicando. El juez ha ordenado a los funcionarios que lo custodiaban que lo sacaran de la sala desde la que seguía la vista oral de forma telemática.

Según la investigación, el primer robo se produjo en la noche del 13 de septiembre en un hotel de cinco estrellas de Son Vida. El delincuente se coló en el recinto a través de una zona ajardinada y trepó por la fachada hasta un balcón. Destrozó los marcos y los cristales de cuatro habitaciones, pero solo en una de ellas encontró efectos de valor. Estaba ocupada por un empresario belga que pasaba sus vacaciones en Mallorca. De ahí se llevó 1.200 euros en efectivo, un bolso Luis Vuitton cuyo precio ronda los 1.500 euros, dos brazaletes y un anillo de Cartier, dos pares de gafas de sol. Todo valorado en cerca de 11.500 euros. El intruso consiguió salir del hotel, que reclama una indemnización por los daños en sus instalaciones, sin ser detectado.

Durante las semanas siguientes, el ladrón centró sus esfuerzos en las mansiones y chalés de la urbanización. Actuaba siempre cuando caía la noche, preferentemente los fines de semana y cuando los moradores no estaban. Entre septiembre de 2016 y enero de 2017 se coló en una decena de viviendas de las calles Pinar Park, Mortitx, Llucamet, Marola y Solanda, propiedad de médicos y empresarios españoles y extranjeros en busca de suculentos botines.

Relojes de lujo, joyas de oro y dinero

El hombre trepaba por los muros exteriores y una vez en el inmueble forzaba cerraduras de puertas y ventanas. En esta oleada de robos en los domicilios pudo hacerse con relojes de prestigiosas marcas como Rolex, Cartier, Tag Heuer y Tissot, así como joyas de oro, importantes cantidades de dinero en dólares y euros e incluso una aspiradora Roomba. En algunas de las mansiones no consiguió llevarse nada y en una ocasión tuvo que huir apresuradamente, ya que se activaron una alarma y un sensor volumétrico que los dueños habían instalado. En total, el botín que logró en las viviendas de lujo superó los 55.000 euros. El delincuente, que cometió el último robo el día de Reyes de 2017, acabó siendo detenido por la Policía Nacional, que llevaba meses tras sus pasos. Ahora, la Fiscalía le imputa un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada, por el que reclama seis años de prisión y que indemnice a las víctimas.

El acusado, un rumano de 47 años, ha explicado que cuando se cometieron los robos vivía en Rumanía, no en Palma. "Iba a Mallorca cuando había torneos de póker en el casino de Portopí. Soy jugador profesional. Venía una vez al mes", ha afirmado. El hombre ha explicado además que en 2015 sufrió un grave accidente que le obligó a utilizar muletas durante los tres años siguientes. "¿Cómo iba a escalar un muro para robar en una casa?", se ha preguntado. "No tengo nada que ver con esos robos", ha repetido cuando el fiscal le preguntaba por los delitos que se le imputan.

Los agentes de la Policía Nacional han explicado que el hombre fue detenido por la Guardia Civil en enero de 2017, durante un robo en Calvià, y a partir de entonces cesaron los robos que llevaban meses sucediéndose en Son Vida. Los agentes han explicado que comprobaron que la vestimenta que llevaba entonces el sospechoso coincidía con la que utilizaba siempre el ladrón de Son Vida, por lo que llegaron a la conclusión de que era él. Sin embargo, han explicado que no encontraron huellas dactilares en ninguno de los domicilios desvalijados y que no pudieron identificarlo porque el intruso actuaba en todo momento con un pasamontañas, según comprobaron en las grabaciones de las cámaras de seguridad.