Tres detenidos por explotar trabajadores en una cadena de perfumería y cosméticos de Palma

Los jefes imponían a los empleados a realizar jornadas de 13 horas, sin libranza semanal, y les imponían una venta mínima de 300 euros diarios

Agentes de la UCRIF durante la inspección a una de las perfumerías.

Agentes de la UCRIF durante la inspección a una de las perfumerías. / POLICÍA NACIONAL

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Una cadena de venta de perfumes y cosméticos de Palma tenía explotados a sus trabajadores en régimen de semiesclavitud. Les imponían jornadas de hasta 13 horas diarias, sin libranza semanal, y les obligaban a vender un mínimo de 300 euros diarios. Agentes de la Policía Nacional han detenido al propietario, el administrador y el controlador de los locales (un colombiano, un español y un estadounidense) por delitos contra los derechos de los trabajadores y de los ciudadanos extranjeros.

A raíz de recibir varias denuncias, investigadores del Grupo I de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedad (UCRIF), realizaron una inspección en un stand de un Centro Comercial de Palma. Al parecer muchos empleados se encontraban en situación irregular en España. Allí fueron identificados cinco trabajadores, entre ellos el encargado. De estos, dos eran extranjeros 'sin papeles'.

Tras la manifestación de algunos empleados, los investigadores descubrieron que esta organización disponía de un establecimiento en la calle Sindicat de Palma. En compañía de funcionarios de la Inspección de Trabajo, los agentes de la UCRIF localizaron allí a otros dos trabajadores, que se encontraban en las mismas circunstancias de explotación laboral.

Los responsables daban un trato diferente a sus empleados en función de su situación administrativa en España. Así, a los que se encontraban en situación irregular y, por tanto, no podían ser contratados, les imponían unos objetivos de venta casi imposibles de alcanzar. Tenían que vender 100 euros diarios o 4.500 euros al mes. Si no cumplían dicho objetivo, les descontaban un día completo de trabajo.

Sin libranza semanal

Asimismo, los jefes imponían a sus trabajadores unas jornadas laborales de semiesclavitud. Estas eran de 13 horas diarias de lunes a sábados, aunque en ocasiones se les privaba del descanso semanal y les obligaban a trabajar también el domingo. El objetivo mínimo era de 300 euros y les imponían multas por el uso del teléfono móvil o por no vestir de negro.

En el momento de la contratación, los responsables les informaban de que, si estaban en situación irregular, su sueldo era de seis euros la hora. Mientras que los que estaban con permiso de residencia tenían el sueldo estipulado en el convenio. Los ahora detenidos aleccionaban a sus empleados para que facilitaran una filiación falsa en caso de inspección laboral. En su lugar, aportaban la identidad de trabajadores regulares en España.

Una vez reunidas estas pruebas y después de recabar numerosos testimonios, los agentes de la UCRIF detuvieron a los tres implicados por delitos contra los derechos de los trabajadores y de los extranjeros. El propietario, el administrador y el controlador fueron arrestados por estos motivos y llevados ante el juez.