Los dos implicados del robo en Porreres se desmarcan del plan

Acusan al autor del asalto y aseguran que le acompañaron porque les tenía amenazados por una deuda

Los dos acusados se desmarcan del asalto de Porreres

Los dos acusados se desmarcan del asalto de Porreres / B.Ramon

José Antonio Sánchez y Marcos Rotger, los dos supuestos ideólogos del asalto al chalet de Porreres en el que murió uno de los dos asaltantes, negaron cualquier tipo de relación con el robo. Los dos acusados, que ya fueron condenados por el robo anterior que se cometió en el domicilio de Pau Rigo, el anciano que disparó y mató al atracador, han interpretado esta mañana más el papel de víctimas que de acusados. Si bien solo han querido responder a sus abogados, han señalado directamente a Fredy Escobar, el hermano del asaltante que murió, como un individuo que les estuvo amenazando, porque Marcos Rotger le había comprado droga y no se la había pagado. Para saldar esta deuda les convenció para que el día de los hechos les acompañaran hasta el camino próximo al domicilio de Rigo y que horas más tarde los irían a buscar, si bien solo pudieron recoger a uno de ellos, ya que el otro fue abandonado malherido en el lugar de los hechos, tras recibir un disparo mortal a la altura del vientre.

José Antonio Sánchez, conocido con el apodo de “Pep Merda” era el único de los dos acusados que conocía al anciano Rigo. Le había propuesto colaborar para intentar instalar sus máquinas tragaperras en algún bar, aprovechando que él era comercial y tenía muchos contactos. La acusación sostiene que este individuo conocía bien la casa de Pau Rigo, porque la había visitado varias veces, y que por ello conocía muy bien dónde guardaba el dinero. El acusado, sin embargo, aclaró que únicamente había estado una vez en la casa y ni siquiera había entrado.

Este vecino de Campos narró que se ha visto implicado en este caso para ayudar a su amigo Marcos, quien en aquellas fechas tenía dificultades económicas y estaba muy atemorizado porque debía mucho dinero por la compra de droga. “Yo no conocía de nada a Fredy”, insistió, si bien a continuación aclaró que se encontró varias veces con él, no para proponerle el robo, sino para intentar solucionar el problema que sufría su amigo Marcos.”Le dije a Fredy que le dejara en paz y él estuvo conforme”. Para que pudiera saldar la oferta le ofreció una finca de un familiar, muy alejada, donde podía cultivar marihuana, “porque sabía que se dedicaba a esto”. Sin embargo, el acusado aclaró que después retiró la oferta, porque un amigo le indicó que los dos hermanos colombianos eran muy conflictivos y podrían acarrearles problemas.

José Antonio Sánchez recordó también que pocos días antes del asalto su amigo Marcos le pidió 800 euros. Le dijo que era para pagar el alquiler, pero después le confesó que era para entregárselo a Fredy. No le prestó el dinero, pero confesó que si lo hubiera prestado “hoy no estaríamos aquí”.

Contó que el día de los hechos se enteró del plan del robo apenas cuatro horas antes de llevarlo a cabo. Aceptó trasladar a Fredy a su hermano Mauricio hasta la finca de Porreres. Fueron a buscarlos a los dos de madrugada a la Colònia de Sant Jordi y les dejaron cerca de la finca de Rigo. “No conocía de nada al hermano de Fredy. Ellos llevaban todos los elementos para cometer el robo. “A mí me comía la ira”.

Explicó que después se dirigió a su casa y se metió en la cama a dormir. Sin embargo, sobre las seis de la mañana, Marcos Rotger apareció en su casa. “Tenía mucho miedo porque no había ido a buscar a Fredy y a Mauricio”. Ante esta situación decidió acompañarle. Optó por cambiar de coche y se dirigieron a Porreres. En el camino les adelantó un coche de la Guardia Civil. En ese momento temió que los dos hermanos “la habías liado”. Cerca del camino encontraron a Fredy, que llevaba un macuto. Se metió en el coche y “nos dijo que habían pegado un tiro a su hermano y que había sido el viejo”. Le recriminó que hubiera abandonado a la víctima. Le trasladaron a Palma y allí lo dejaron.

El acusado, que está a punto de ingresar en prisión, señaló que supo la noticia de la víctima horas después y que ha sido en prisión, donde coincidió con Fredy, donde conoció los detalles de lo ocurrido. El acusado insistió varias veces en que él no fue el ideólogo del asalto y aseguró que “Fredy y su hermano lo sabían todo. A mí me han metido sin tener culpa”.

El fiscal quiso que el jurado conociera que la declaración que ha realizado José Antonio Sánchez era contradictoria en muchos aspectos con la que había realizado tras ser detenido.

La declaración del otro acusado, Marcos Rotger, fue mucho más breve, pero dirigida a demostrar que colaboró en el robo porque estaba amenazado de muerte por el joven colombiano, al que debía dinero por la compra de droga. Fue esta situación de temor que le llevó a colaborar en el asalto, aunque se limitó a entregarles los pasamontañas, los guantes y las patas de cabra, además de acompañarles en su coche hasta el domicilio del vecino de Porreres. “Le habría comprado una bomba si me lo hubiera pedido”, señaló el acusado, que negó que hubiera facilitado ninguna información sobre la vivienda de Rigo. “Fredy ya tenía toda la información”, señaló.

La mujer de Jaime Rigo, la única testigo directa del suceso, se mostró muy dubitativa en su relato. Detalló que ella nunca pasó miedo y que se escondió detrás del sofá durante el atraco. Aunque dijo que a ella no la habían golpeado, en su momento presentó un informe médico que certificaba que había sufrido lesiones en el asalto. La mujer confirmó que su marido disparó cuando uno de los dos hermanos se abalanzó sobre él para quitarle el arma.