El anciano de Porreres sostendrá que disparó al ladrón para defender a su mujer

El jurado popular que decidirá el futuro del anciano que mató a un joven ladrón, después de que éste y su hermano cometieran un asalto en un domicilio de Porreres, quedó esta mañana constituido. Poco después se declaró el inicio del juicio, en el que sienta en el banquillo a Pau Rigo, de 83 años de edad, que está acusado de un delito de homicidio con una eximente incompleta de legítima defensa. También se juzga a Fredy Escobar, un delincuente habitual que cometió el robo junto a su hermano Mauricio, así como a los dos vecinos de Porreres, José Santonio Sánchez y Marcos Rotger, que están acusados de ser los cerebros de este asalto.

La sesión de esta mañana se dedicó únicamente a que tanto el fiscal, la acusación particular, como los abogados de los cuatro acusados expusieran sus distintas versiones de lo que realmente ocurrió el día 24 de febrero del año 2018. Esa mañana los dos hermanos estuvieron aguardando en el domicilio de Pau Rigo hasta que éste saliera al jardín. Cuando lo hizo le amenazaron y le obligaron a que les llevara hasta donde estaba la caja fuerte, escondida en el sótano. Allí cogieron dinero, repartido en monedas, pero antes obligaron a la mujer del empresario a que quedara encerrada en una habitación. En el momento en el que los dos ladrones estaban cargando las monedas en una bolsa, Rigo subió a la habitación donde estaba su mujer, cogió la escopeta que tenía allí guardada y se situó frente a la puerta. Esperó a que los ladrones regresaran. Realizó un único disparo, con el que mató a uno de los asaltantes.

Atraco y muerte en Porreres: homicidio o defensa propia

El fiscal señaló ayer al jurado que «nadie tiene derecho a matar a nadie» y sostuvo que en ese complicado momento existían otras posibilidades, además de disparar contra el ladrón. 

Fernando Mateas, el abogado que defiende al anciano, luchará para que el jurado absuelva a su cliente. En su exposición recordó que el matrimonio ya había sufrido un asalto anterior y que el día de los hechos los acontecimientos le obligaron a defenderse, ya que tanto él, como su esposa, estaban en peligro. Niega la defensa que el disparo fuera a quemarropa, como afirma la defensa del fallecido, y pidió al jurado que se pusiera en el lugar del anciano aquella mañana en la que le habían amenazado con una pata de cabra para que entregara el dinero. Mateas incidió varias veces en la violencia con la que se mostraron los dos hermanos, que se sintieron decepcionados cuando apenas encontraron 10.000 euros en la caja. E insistió en que Rigo lo que tuvo en ese momento fue miedo y que disparó en un movimiento de autodefensa, porque temía que los dos hermanos le agrederían.

El abogado de la familia del fallecido justificó la acusación por asesinato, afirmando que disparó a la víctima instantes antes de que le agredieran, por lo que rechazó que existiera legítima defensa.

El jurado escuchará mañana la versión de los cuatro implicados en este suceso. El juicio está previsto que se prolongue toda la semana.