El velero que encalló el domingo sigue varado en la playa de Cala Millor

Los socorristas de Cala Millor, en Sant Llorenç, rescataron el domingo por la noche a una pareja que navegaba en un velero de quince metros de eslora que quedó varado en la playa. Los tripulantes fueron trasladados ilesos a tierra, mientras que voluntarios de Protección Civil y Salvamento Marítimo se aseguraban de que no hubiesen vertidos contaminantes. Comentaron que habían sufrido una avería en el motor y no pudieron evitar que el viento les empujara contra la arena. La embarcación sigue varada en plena zona de baño, a la espera de que pueda ser reflotada y trasladada a un puerto.

Según informan fuentes del Ayuntamiento de Sant Llorenç y Salvamento Marítimo, el incidente se produjo sobre las siete y media de la tarde del domingo. El servicio de socorristas de Marsave de Cala Millor recibió un aviso de que un velero se encontraba en problemas al sufrir una vía de agua en el casco.

Se trataba de la Splendid, un velero de bandera eslovaca y quince metros de eslora con dos personas a bordo.

Al lugar se desplazó la lancha Salvamar Pitiüses, de Salvamento Marítimo. Mientras, dos socorristas abordaron la embarcación para comprobar si había heridos a bordo y si podían ayudar en el fondeo. Sin embargo, se encontraron con que el interior de la nave estaba ya inundado y no pudieron evitar que quedara varada en la playa.

Los dos tripulantes del velero, una pareja, fueron finalmente trasladados ilesos a tierra en la lancha auxiliar. Comentaron que habían sufrido una avería en el motor y el viento les había arrojado contra la playa. Posteriormente, los socorristas, junto a personal de Protección Civil y Salvamento Marítimo, comprobaron que no se había producido ningún vertido contaminante.

La nave seguía aer varada en la playa, a la espera de ser reflotada por un remolcador y trasladada a puerto.

Durante la tarde del domingo Salvamento Marítimo rescató también a tres personas que iban en kayak, y que fueron empojados contra las rocas cerca de la Mola de Maó, en Menorca. Los kayakistas habían saltado a tierra en un acantilado, donde fueron rescatados por la Salvamar Antares.