Los expertos consultados ayer apuntaban a una conjunción de circunstancias adversas para explicar el accidente del lunes. Según comenta el presidente de la Federación Balear de Montañimo, Xisco Fanals, el Torrent de l'Assarell es muy largo, dos kilómetros y medio, pero en condiciones normales está considerado de dificultad baja. "Sin embargo, en condiciones extraordinarias puede convertirse en un infierno", advierte.

Fanals explica que el torrente tiene una cuenca de recepción grande y se colapsa rápidamente. A partir de un determinado punto el caudal sube rápidamente. "Si esto te ocurre en uno de los pasos estrechos puede ser muy peligroso", apunta. Y es justo lo que les pasó a los tres barranquistas, que se vieron sorprendidos por la acometida del agua en un cañón, entre paredes verticales y sin salido por los lados. "Estaban a punto de acabar, y si les pasa un poco antes, podrían haber salido por los lados. Pero todo lo que podía salir mal, salió mal".

El guardia civil del GREIM Sergio Lamas, que participó en el rescate, coincidió en esta valoración. Cuando empezaron el descenso por la mañana comprobaron el caudal y lo vieron factible, pero siguió lloviendo y se vieron sorprendidos por la subida súbita de la corriente en el punto más problemático. Estaban en el peor lugar en el peor momento".