CRIMEN DE LA MALETA

O Chioleiro, un cruel asesino que se tatuó el pecho con el cuchillo con el que mató a su abuela

José Manuel Durán González, en prisión por el crimen de la maleta, presenta un largo historial delictivo que le ha privado de libertad casi toda su vida, entre el psiquiátrico y la prisión

José Manuel Durán, O Chioleiro, tras el crimen de Alicia Rey.

José Manuel Durán, O Chioleiro, tras el crimen de Alicia Rey. / JUNIOR/MARINFOTO

M. F.

El próximo mes de agosto José Manuel Durán, O Chioleiro, cumplirá 67 años de edad. Este pasado jueves fue detenido por el crimen de la maleta. De ser condenado por este asesinato, sería el tercero en su historial delictivo, tras el de su abuela en 1988, a la que también violó, y el de su expareja en 2004. Entre crimen y crimen, Durán ha gozado de libertad poco más de un año. La última vez que salió de prisión fue en febrero de 2023, tras cumplir íntegramente su condena de 17 años y medio de cárcel por este último asesinato. A Alicia Rey la mató unos meses después de salir de un psiquiátrico penitenciario, en el que le internaron por el asesinato y violación de su abuela, 16 años antes.

Ahora se enfrenta a una nueva acusación que de confirmarse, llevará a este histórico criminal tras las rejas por unos cuantos años más. De momento, el Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo ha decretado su prisión comunicada y sin fianza como presunto autor del crimen de la maleta.

“Me llamo José Manuel Durán González. Nací en Río de Janeiro, Brasil, el 14 de agosto de 1957. Soy hijo de imigrantes; mi padre era de Portela, de Aguasantas (Cotobade) y mi madre, de A Lama (antiguamente “Cal de Vergazo”). Tengo dos hermanas y hoy en estas fechas tengo un hijo Daniel, nacido por Lourdes, su madre". Así comienza la carta de 21 páginas que O Chioleiro envío a este periódico el 28 de febrero de 2023, estando ya en libertad, tras ser de nuevo arrestado en su pueblo, en A Lama, por quebrantar la orden que le prohibía, una vez cumplida su condena, a residir durante cinco años en el lugar en el que se cometieron los hechos, así como a comunicarse o aproximarse a la familia de la víctima.

La extensa carta lleva por título "Una historia nunca escrita por nadie", que va impreso en una portada con el dibujo de una cabra, bajo el cual reza la siguiente aclaración: "(Rercodando a Alicia Rey López, que la mataron y hoy en día un inocente fue un chivo expiatorio)".

Portada de la carta enviada a varios medios de comunicación por José Manuel Durán, O Chioleiro, en 2023.

Portada de la carta enviada a varios medios de comunicación por José Manuel Durán, O Chioleiro, en 2023. / FDV

Una misiva cargada de argumentos sin sentido en la que O Chioleiro pretende exculparse del crimen de su vecina, en 2004.

Un joven "inteligente" pero "inestable"

Entre sus años de internamiento en centros de reclusión, en psiquiátricos y en cárcel, José Manuel Durán ha pasado casi toda su vida recluido.

En su adolescencia y juventud, deambuló por centros de salud en distintos puntos del país, por dolencias que fueron confirmadas en los años 80 por varias instituciones. Le diagnosticaron psiconeurosis grave que le dejó exento del servicio militar. Sus vecinos le describían como un joven muy inteligente, atlético, aunque de carácter un tanto inestable. El Rebullón, en Vigo, fue uno de los psiquiátricos por los que pasó, y de donde consiguió escapar. Durante una etapa de su vida, convivió con sus padres y sus dos hermanas en Suiza, pero un primer hecho delictivo forzó su retorno a Galicia, viaje que habría efectuado a pie.

En A Lama, residía con su abuela, Celestina Dorrío, con la que mantuvo una tensa relación y a la que violó, hecho por el que fue procesado. Un vecino relataba también cómo, en una ocasion, ató a la anciana desnuda a un árbol y la dejó a la intemperie toda la noche. También fue testigo de distintos incidentes con su madre, hechos que no pasaban despercibidos por el resto del pueblo donde era conocido con los apodos de "Kun Fu", o "El Pirata", mote que reivindicó el propio Durán, al colgar de un árbol de la finca donde residía una especie de bandera bucanera con este argumento: "Ya que me llaman así, que todos sepan donde vivo".

Un tatuaje en el pecho con el cuchillo del crimen

Debido a las agresiones y amenazas de muerte que profería a su abuela, se recomendó su ingreso en un psiquiátrico. Fuera de él, se dedicaba a realizar pequeñas tareas que le encomendaban algunos vecinos, por lo que solía llevar bajo el pantalón un cuchillo. Esas amenazas las materializó en marzo de 1988 cuando mató a Celestina Dorrío, de 83 años, asestándole 16 cuchilladas en el tórax y en los ojos, además de violarla. Lo macabro del caso es que decoró su pecho con un corazón y motivos florales hechos con el mismo cuchillo con el que la asesinó.

Por este parricidio fue condenado a 16 años de cárcel. Ingresó en la década de los 90 y salió del centro penitenciario de A Lama en mayo de 2001, para ser trasladado a un psiquiátrico penitenciario de Alicante, de donde salió en abril de 2003. Tras cumplir condena quedó en libertad y fijó su domicilio en la parroquia de Santa Ana, en el concello de A Lama. Tan solo un año y nueve meses le duró su libertad. A finales de enero de 2005, José Manuel Durán González volvió a las celdas de la prisión de su localidad por la muerte de su novia Alicia.

Segundo crimen y promesa de un tercero

José Manuel Durán se reunió el 11 de diciembre de 2004 con Alicia Rey en un monte de su parroquia, y le asestó dos puñaladas en el cuello y en el tórax que le causaron la muerte. Ocultó su cuerpo, que fue localizado semienterrado en monte Ceo de A Lama, dos días después de su desaparición y su asesino, detenido el 24 de enero de 2005.

Finalmente en 2006, un jurado popular lo declaró culpable, siendo condenado a 18 años de cárcel. Una pena que el Supremo rebajó seis meses. El jurado concluyó que no estaba privado de sus facultades mentales cuando cometió este crimen.

Durante su detención, el acusado llegó a preguntar a dos agentes de la Guardia Civil a cuántos años podrían condenarlepara saber si, al terminar la condena, podría tener tiempo a volver a acabar con la vida de otra persona, aunque O Chioleiro siempre negó haber dicho tal afirmación.

Amenazas aterradoras a periodistas

Durante su estancia en prisión remitió cartas amenazadoras a numerosas personas, incluido al propio fiscal que llevaba el caso, Benito Montero. También a varios periodistas de Pontevedra que cubrieron el crimen de Alicia Rey. Entre esas misivas, las más graves tuvieron como destinataria una redactora de un medio local, a la que aseguró que en cuanto saliese en libertad la esperaría a la salida del trabajo y acabaría con su vida, además de amenazarla con violarla y someterla a crueldades y atrocidades que sembraron temor en esta periodista y en varios de sus compañeros de periódico y profesión. Estas cartas llevó a Durán a sentarse en el banquillo en 2010, siendo condenado con su conformidad a seis meses prisión por amenazas.

Las caras de O Chioleiro

En estos 36 años, desde que cometiese su primer crimen en 1988, el aspecto de O Chioleiro ha ido cambiando notablemente, por lo que su imagen pública no es reconocible, al ser tan diferente a las anteriores, vistas en sus diferentes comparecencias judiciales.

José Manuel Durán, en 1988 (crimen de su abuela), en 2004 (crimen de Alicia Rey) y en 2010 (amenazas a una periodista).

José Manuel Durán, en 1988 (crimen de su abuela), en 2004 (crimen de Alicia Rey) y en 2010 (amenazas a una periodista). / GUSTAVO SANTOS / FDV

Rapado, con y sin bigote, barba, patillas pobladas, con gafas de sol, con ropa más y menos elegante. Así se ha presentado Durán en sus anteriores cara a cara con la justicia. En 2023, y tras recuperar su libertad, ha vivido en localidades de Pontevedra y A Coruña, y hace unos meses se asentó en Vigo, donde presuntamente cometió el crimen de la mujer, cuyo cuerpo sin vida que fue hallado hace unos días dentro de una maleta en un descampado de la ciudad. Han pasado 14 años desde la última vez que se sentó en un banquillo y que mostró su rostro.

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