Sentencia

Condenado un joven de Navarra por difundir fotos de dos compañeras de instituto desnudas con inteligencia artificial

El juez impone un año de prisión al acusado y le obliga a pagar a ambas víctimas una indemnización de 1.500 euros

Dos agentes de la Policía Foral Navarra.

Dos agentes de la Policía Foral Navarra. / EP

NTM

Un juzgado de Pamplona ha condenado a un año de prisión a un joven de 18 años por los delitos de coacciones y contra la integridad moral al difundir imágenes generadas mediante aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) de dos compañeras de instituto a las que mostraba desnudas.

El joven, que asumió los hechos que se le imputaban, deberá acatar una orden de alejamiento de 300 metros de las dos víctimas y una prohibición de comunicación durante 2 años y 6 meses. Además, el tribunal le condena a indemnizar a cada una de ellas con 1.500 euros.

Las actuaciones de investigación se iniciaron con la interposición de una denuncia en la comisaría de Policía Foral de Pamplona, en la que una joven denunciaba que una amiga había recibido un mensaje de un usuario de la red social Instagram que contenía una imagen de ella misma, editada, en la que aparecía desnuda.

Mensajes denigrantes

Días después, la denunciante acudió nuevamente a dependencias policiales para informar que, a través de la citada red social, estaba recibiendo constantemente mensajes denigrantes y vejatorios de contenido sexual, acompañados de más imágenes suyas falsas en las que se mostraba desnuda, imágenes que el autor obtenía de su perfil en la citada red social, para posteriormente editarlas y generar los desnudos que eran difundidos.

Posteriormente, otra joven, conocida de la anterior, acudió igualmente a dependencias policiales al ser alertada por los agentes de que una imagen suya falsa, mostrándola desnuda, había sido remitida a la primera de las denunciantes.

Realismo de las fotos

Los investigadores destacan el realismo de las imágenes difundidas, en las cuales se veía la cara de la víctima y el entorno en el que habían sido tomadas, al igual que en la fotografía original, pero mostrándose con un cuerpo desnudo que no les correspondía. Era tal la calidad del montaje que no se apreciaban defectos en la imagen que pudieran hacer sospechar de su falsedad, excepto para la propia víctima y su entorno más cercano.

Tras poner todos los hechos en conocimiento de la autoridad judicial, fue el Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona, el que asumió la investigación y autorizó a los agentes de Policía Foral a realizar las investigaciones precisas que permitieran dar con la identificación del autor.