Un acusado de traer a Mallorca un gran alijo de droga: «Yo quería importar café de Colombia, no sabía que los paquetes tenían cocaína»

El sospechoso, que recibió el cargamento en su domicilio de Sant Joan, dice en el juicio no saber por qué el pedido llegó de Sudamérica con estupefacientes

El sospechoso, durante el juicio celebrado este viernes en la Audiencia Provincial de Palma.

El sospechoso, durante el juicio celebrado este viernes en la Audiencia Provincial de Palma. / M.O.I.

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Un hombre acusado de traer a Mallorca un cargamento de ocho kilos de cocaína procedente de Colombia y mezclada con café dijo este viernes en el juicio no entender por qué los paquetes llevaban estupefacientes. «Yo quería importar café para venderlo en el sector náutico, no sabía que llevaban cocaína», afirmó el procesado, nacido en el país sudamericano y que en febrero de 2022 recibió el alijo en su domicilio de Sant Joan, en la Audiencia Provincial de Palma. El acusado, de 38 años y sin antecedentes penales, negó en su declaración cualquier vínculo con el narcotráfico. «Llevo meses en prisión preguntándome por qué me llegó esa droga. No tengo respuesta», afirmó.

La Fiscalía reclama para el acusado una condena de ocho años de prisión y una multa de cuatro millones de euros por un delito contra la salud pública. Su abogado defensor, por el contrario reclama la absolución. El letrado pidió la suspensión del juicio porque el tribunal no ha podido localizar debidamente a dos testigos «fundamentales». Uno de ellos es la remitente del envío, una mujer residente en Colombia que se ofreció a declarar a través de WhatsApp, opción que fue descartada por la sala al no tener garantías sobre su identidad real. De hecho, uno de los argumentos de la defensa para reclamar al tribunal que exculpe al sospechoso son los flecos que, a su juicio, quedaron pendientes durante la investigación para determinar quién y por qué remitió la droga.

La operación fue llevada a cabo en exclusiva por agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la Agencia Tributaria. A principios de 2022, se detectó en el aeropuerto de Barcelona la llegada de un cargamento de café procedente de Colombia y cuyo destino era Mallorca. Al examinar el contenido, descubrieron que con el producto había mezclada cocaína.

El destinatario de los 27 paquetes de medio kilo de este café era un ciudadano colombiano residente en Sant Joan. Los investigadores comprobaron que de los 13,5 kilos remitidos, un siete por ciento -algo menos de un kilo- era droga. Según explicaron ayer en el juicio, lo sustituyeron por una cantidad similar de cemento y organizaron una entrega controlada del envío. El 22 de febrero de 2022, el cargamento llegó a la vivienda del sospechoso, que fue detenido de inmediato. Los agentes relataron ante el tribunal que registraron el domicilio y encontraron otros paquetes de café, en los que no había droga. Tampoco hallaron útiles ni materiales para procesar la cocaína. Un mes después del ingreso en prisión del encausado se detectó otro envío dirigido a él. Eran cien kilos de café entre los que había siete de droga.

En su declaración, el encausado admitió haber gestionado la importación del café desde su país, pero rechazó en todo momento su implicación en el tráfico de drogas. Afirmó que estuvo varios años trabajando en el sector náutico y decidió emprender un negocio para vender café a los capitanes de yates de lujo y a los bares y restaurantes de las zonas portuarias. «Quería traer mis raíces a España», señaló. Reconoció también haber recibido paquetes desde su país con anterioridad, pero afirmó que no llegó a poner en marcha el negocio.