El pasado jueves por la tarde un gran contingente policial tomó al asalto la barriada palmesana de Corea, en una operación contra varios grupos que presuntamente se dedicaban a vender marihuana. En ese momento un joven trata de marcharse pitando de la zona, pero no contaba con que la Policía ya había montado un perímetro de seguridad en el exterior. En su captura participó el equipo de prensa de la Jefatura, que se estaba preparando para facilitar la labor de los periodistas que iban a cubrir la redada, pero que antes que nada son policías. El sospechoso fue interceptado y trasladado esposado a un coche zeta. Poco después los agentes comprobaron que no tenía relación con la investigación. Al parecer se trataba de un preso en tercer grado que se había puesto nervioso al ver tanta presencia policial y había tratado de escabullirse por si acaso. Los policías le dejaron marchar poco después.
Una vez finalizados los registros en tres domicilios y mientras los policías se llevaban a los detenidos, uno de sus familiares les animó desde una ventana: «¡Tranquilos, que mañana estaréis en la calle!». Pues no se puede ser más clarividente. Al día siguiente al mediodía, tras una breve comparecencia en el juzgado, salían todos en libertad con cargos
La movilización policial evitó que se produjera el menor conato de resistencia, aunque cuando los agentes se retiraban algunos de los jóvenes de la zona se envalentonaron y profirieron insultos, aunque, eso sí, a una prudente distancia.
Sa Pobla: Grabados mientras tiraban escombros en un contenedor
La Policía Local de sa Pobla había detectado hace unas semanas que alguien estaba arrojando escombros de obra en los contenedores de basura de la calle Capellà Robles. La instalación de unas discretas cámaras de vigilancia ha permitido enganchar no a uno, sino a cuatro personas en tres vehículos distintos, que han sido grabadas mientras arrojaban escombros, restos de poda y otros desechos prohibidos en los contenedores convencionales. Todos ellos han sido identificados y sancionados.
Olor a marihuana: Se cuela en el macrojuicio por narcotráfico
El mayor juicio contra el tráfico de drogas en Baleares, con 72 acusados, continuó esta semana en la Sección Primera de la Audiencia de Palma con una situación completamente inaudita. Mientras uno de los principales investigadores de la operación antidroga en Son Banya se encontraba prestando declaración, un profundo olor a marihuana, al parecer procedente del exterior, se coló en la Sala aprovechando que las ventanas se encontraban abiertas de par en par como medida preventiva sanitaria por la covid. De hecho, el olor era tan penetrante que el juez se vio obligado a suspender la sesión hasta que le pudieran poner remedio. «Me marcho porque voy a terminar colocada», apuntó una de las personas presentes. Transcurridos unos minutos, una vez que la estancia ya se encontraba convenientemente aireada, la sesión continuó sin ningún otro sobresalto y prosiguió el testimonio del principal artífice de la denominada ‘Operación Ludar’.
