Un hombre que iba a ser juzgado hoy por violar a su hijastra de forma habitual a lo largo de seis años fue hallado muerto en su domicilio de Marratxí el pasado domingo. Todos los indicios recabados hasta ahora por la Guardia Civil y los médicos forenses apuntan a que el sospechoso se suicidó. La fiscalía reclamaba para él una condena de doce años de prisión por forzar a la menor a mantener relaciones sexuales de todo tipo cuando ella tenía entre 8 y 14 años. El sospechoso fue detenido hace unos años por estos hechos, pero estaba en libertad.

El cadáver del hombre, de 55 años, fue hallado por su pareja el domingo hacia las once de la mañana en su vivienda de Marratxí, según han confirmado fuentes policiales. Los servicios sanitarios solo pudieron certificar el fallecimiento, que fue comunicado al juzgado de instrucción número 2 de Palma, que estaba en funciones de guardia. 

Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil y una comisión judicial acudieron al inmueble para llevar a cabo una inspección. El médico forense no apreció signos de violencia y enseguida se descartó la intervención de otras personas. Varios indicios recabados en la escena apuntaban a que el hombre había fallecido debido a la ingesta de una gran cantidad de fármacos. La autopsia practicada hoy en el Instituto de Medicina Legal de Palma avaló esta hipótesis, aunque será necesario llevar a cabo análisis toxicológicos para certificarla, según explicaron otras fuentes conocedoras del caso.

El fallecido estaba citado hoy en la Audiencia Provincial de Palma para ser juzgado por un grave caso de abusos sexuales. La fiscalía sostenía que entre los años 2010 y 2016 sometió a todo tipo de abusos sexuales a la hija de su compañera sentimental y reclamaba para él una condena de 12 años de prisión.

El ministerio público relataba en su escrito de conclusiones provisionales que el procesado comenzó a manosear a la víctima cuando ella tenía ocho años. Los abusos se agravaron con el paso del tiempo y el hombre acabó forzando a la niña a mantener relaciones sexuales completas. Las violaciones se cometieron tanto en el vehículo del procesado como en los diferentes domicilios donde residió la familia.

La acusación aseguraba que no constaba el uso de violencia o intimidación por parte del sospechoso, quien hacía regalos de forma continuada a la víctima para conseguir que no contara nada a otras personas.

Pero los hechos acabaron saliendo a la luz y en el año 2018 el hombre fue detenido e interrogado, aunque quedó en libertad al día siguiente. Un juzgado de instrucción de Palma inició un procedimiento judicial y en los años siguientes llevó a cabo diversas diligencias de investigación. Finalizadas las pesquisas, el magistrado consideró que existían indicios suficientes para procesar al sospechoso por un delito continuado de abuso sexual con acceso carnal y la fiscalía presentó en marzo pasado su escrito de conclusiones provisional. Además de la condena de 12 años de cárcel, reclamaba una indemnización de 24.000 euros para la víctima y una orden de alejamiento que le prohibiera acercarse o comunicarse con ella durante 10 años.

La causa fue remitida a la sección segunda de la Audiencia Provincial de Palma, que tenía previsto juzgar el caso durante tres días, entre el lunes y el miércoles de esta semana. El tribunal fue informado a primera hora de la mañana de hoy del fallecimiento del procesado y suspendió la vista oral. El caso quedará archivado tras la muerte del acusado.