Siete años exactos desde la desaparición de Malén Zoe Ortiz, su recuerdo se reivindicó este miércoles en el punto donde fue vista por última vez: junto al vivero de sa Porrassa. En torno a medio centenar de personas se concentraron en memoria de la entonces adolescente desaparecida.

Natalia Rodríguez, madre de la adolescente desaparecida, repasó cuáles fueron esos últimos momentos de los que se tenía constancia de su hija hasta que su rastro se volatilizara por completo. «A las 15.51 una cámara del vivero de sa Porrassa grabó a Malén. Su hermano Bruno fue a su encuentro en bicicleta y llegó a ese punto a las 16.09. No llegaron a encontrarse. En esos veinte minutos pasó todo», puntualizó.

La madre de Malén expresó públicamente su total convicción de que su hija «conocía a la persona o personas que la encontraron». «Hay un culpable o culpables de su desaparición», aseveró Natalia Rodríguez a escasos metros del lugar donde una cámara grabó a su hija mientras caminaba con su monopatín.

Antes de pasar por este tramo, Malén llamó a la empresa de su padre y comunicó que se dirigía a casa de su novio, en Son Ferrer, después de salir del instituto donde estudiaba. Se había dejado las llaves del domicilio paterno. Esta circunstancia imprevista indicaría, según ha subrayado su progenitora, que su desaparición no estaría planificada.

El alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, acudió al acto en memoria de Malén al frente de una nutrida representación municipal. Así, seis concejales le acompañaron al evento para arropar a la madre y a la abuela de la menor.

La desaparición de Malén Ortiz desencadenó el mayor despliegue de efectivos de la Guardia Civil de Balears. De hecho, la investigación también contó con el apoyo de la Dirección general del instituto armado. Pese a los esfuerzos, estos no han dado resultados.