I.F.B., el hombre de 26 años y nacionalidad rumana acusado de provocar a principios de 2017 un accidente de tráfico en la Rambla Federico García Lorca de Almería en el que murió una mujer mallorquina, manifestó ayer en la primera sesión del juicio que apenas bebió «dos copas» la noche anterior a los hechos pero que se encontraba «muy cansado» tras haber estado «casi 24 horas sin dormir», lo que combatió tomando «cinco o seis» latas de bebida energética. «Lamento mucho lo que he hecho, mi vida es un infierno», afirmó durante el juicio.

El hombre, para el que la Fiscalía pide nueve años de prisión a tenor de los hechos por los que pidió «perdón», declaró que tras producirse la colisión decidió huir a pie del lugar por «miedo» al ver la cantidad de gente que se había reunido en torno al lugar del impacto.

Según su relato, antes del accidente, que se dio sobre las 8,00 horas del 8 de enero de 2017, estuvo trabajando «todo el día» y por la noche se fue a un concierto, en el que se tomó un par de copas y luego, para evitar quedarse dormido, tomó unas bebidas energéticas. Cuando volvió a su casa dijo que respetó las normas de tráfico y que solo recordaba que pasó un semáforo en ámbar.