Una prostituta cubana ha denunciado en el juzgado de guardia el "robo" de 4.000 euros, supuestamente de su propiedad, que se encontraban en el interior de una taquilla de un inmueble situado en la calle Donants de Sang de Palma. "El dinero es mio y yo estoy aquí porque yo quiero", recalca una y otra vez. Los billetes fueron intervenidos a primera hora de la mañana del pasado 20 de junio durante una redada policial contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Desde entonces, esta mujer acude con frecuencia al juzgado de guardia para reclamar la devolución del dinero. "Es mio y me lo he ganado con mi trabajo. Yo soy una víctima", subraya. "Una parte estaba en un sobre y el resto en una hucha. Si no me lo devuelven, no podré volver a mi país", protesta.

Policías en el parto

Por segunda vez en pocos días, agentes de la Policía Local tuvieron que atender un parto. Si el pasado domingo de madrugada una mujer dio a luz en plena calle en s'Arenal asistida por dos agentes, el martes se vivió una escena similar en Santanyí. En esta ocasión, la parturienta estaba en su casa en Cala d'Or. Al lugar acudieron una patrulla de la Policía Local y efectivos de la unidad básica de salud de la zona. En ambos casos, todo salió a la perfección. Enhorabuena.

Estafas en toda la isla

Con la llegada de la temporada alta, cada año llegan a Mallorca todo tipo de delincuentes dispuestos a hacer el agosto. En las últimas semanas se ha vuelto a detectar la presencia en muchas localidades de la isla de personas que aseguran ser sordomudas y recogen donativos en plena calle. El fraude ha sido detectado ya en lugares como el centro de Palma, Inca y Pollença. Las autoridades insisten en extremar las precauciones para no acabar siendo víctimas de este fraude.

No lo convencieron

Un joven acusado de quebrantar una orden de alejamiento de su expareja mantuvo una acalorada discusión con su abogada y la fiscal del caso poco antes de celebrarse el juicio en Palma. Ambas intentaban hacerle ver que lo tenían complicado y le animaban a aceptar un acuerdo de conformidad para rebajar la pena. El chico no se dio por vencido e insistía en que fue su excompañera quien se aproximó a él. Finalmente, el juicio se celebró. Veremos cómo acaba.

Un juez con sorna

Un juez tuvo que pedir varias veces al acusado que hablara más alto durante su declaración en un juicio celebrado en la Audiencia. El hombre acabó explicando que tiene tres hernias para intentar justificarse. "¿Pero eso no le impide hablar más fuerte, no?", replicó el magistrado.