"Ahora mismo acabo de salir de una operación complicada y dolorosa". Bartomeu Vidal, el pollencí que el pasado miércoles sobrevivió a un gravísimo accidente de montaña en los Andes bolivianos, tiene todavía la voz pastosa de quien acaba de despertar de la anestesia. Desde el hospital de La Paz en el que se recupera, Vidal rememora cómo se produjo la caída en la que falleció su compañero de cordada, el catalán Dídac Cabanillas, y las circunstancias extremas en las que se desarrolló su rescate, que duró catorce horas con temperaturas de veinte grados bajo cero. "Si no llega a ser por el Servicio de Rescate de Bolivia no estaría aquí", comenta. "Son hombres muy valientes".

A consecuencia de la tremenda caída Vidal sufrió fracturas en la clavícula y siete costillas, que quedaron desplazadas, y ha tenido que ser sometido a una complicada operación quirúrgica para recolocárselas. También sufrió un neumotórax y una perforación en un pulmón.

Pese a las gravísimas lesiones, el andinista mallorquín relata con gran serenidad cómo ocurrió el accidente: "Estábamos preparando el ultimo tramo de la ascensión. Dídac fue a poner una cuerda para asegurarme a mí, porque teníamos que cruzar un paso de unos veinte metros muy inclinado", relata. "Todavía no habíamos empezado a cruzarlo y no llevábamos los piolets en las manos. Entonces uno de sus crampones no cogió hielo, resbaló y como no llevaba el piolet no pudo clavarlo. Se intentó coger con las manos, pero cayó, la cuerda se tensó y yo, que iba atado a él, le seguí. Volamos. Ahí comenzó toda la historia".

Vidal explica que iban acompañados por otros tres montañeros, que les vieron caer. "Fue una caída inesperada para todos. Suerte de mis grandes amigos, que bajaron hasta donde habíamos caído, pero necesitaron una hora y media o dos horas para llegar donde estábamos".

Mientras tanto, Bartomeu y Dìdac habían sufrido gravísimas heridas durante la caída. Su compañero falleció poco despueés. "Dídac recibió un golpe muy fuerte en la cabeza y se apagó en dos minutos", prosigue Vidal. "Y yo me quedé allí durante una hora y media hasta que llegaron nuestros amigos asumiendo lo que había pasado, con mucho dolor y confusión".

El pollencí Bartomeu Vidal.

Tuvieron al menos la fortuna de que durante el descenso, uno de sus amigos encontró un lugar donde tenía señal en el teléfono móvil y pudo alertar al servicio de emergencias boliviano. "Los rescatadores llegaron unas seis horas después, cuando ya tenía hipotermia. Me metieron en una camilla que es una especie de caja y el rescate lo vi desde allí", explica el mallorquín, que reitera su agradecimiento a los socorristas. "La operación de rescate fue espectacular, muy peligrosa, con mucha pendiente, hielo y muy poco tiempo. Son hombres muy valientes".

Catorce horas duró el operativo, hasta que el herido pudo ser trasladado a un hospital. "Espero recuperarme pronto para partir hacia sa Roqueta, porque me muero de ganas por volver a Mallorca".

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