El novio se quedó compuesto, sin boda, sin su futura esposa, sin droga y sin un minúsculo teléfono móvil camuflado dentro de un preservativo. El futuro marido cuyo matrimonio civil se frustró el pasado viernes en el juzgado de sa Gerreria, en Palma, después de que la Policía Nacional le interviniera en su chaqueta tres preservativos con 57 gramos de hachís, vaselina y un miniteléfono del tamaño de un mechero con un pequeño cable cargador que pretendía ingresar en prisión, ha sido trasladado esta tarde al juzgado de guardia de Palma en calidad de detenido.

El hombre, que está en la cárcel por varios robos, ahora está acusado de un delito contra la salud pública en grado de tentativa y de atentado a la autoridad, ya que se enfrentó a los agentes y les golpeó al verse descubierto instantes antes de la celebración de la boda. Cuando ayer bajó del vehículo policial, el sospechoso se quejó, mostró su mano y un tobillo vendados y dijo que se lo habían hecho las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Mientras, su futura mujer y las dos testigos arrestadas por presuntamente pasarle la droga y el minúsculo teléfono móvil quedaron en libertad este mediodía por orden judicial. Las tres sospechosas negaron haber introducido los preservativos con hachís en la chaqueta del novio. Las mujeres dijeron que no hicieron nada y que tampoco vieron nada.