La fiscalía pide 36 años de prisión para el joven acusado de asesinar a su padrastro e intentar matar a su madre a cuchilladas en Costa d'en BlanesCosta d'en Blane, en Calvià, el pasado mes de enero. El sospechoso, ucraniano de 29 años, asestó medio centenar de puñaladas a las víctimas con una bayoneta y un cuchillo de cocina tras una discusión porque le exigían que cambiara de vida y buscara trabajo. El hombre, Pere Antoni S., falleció y la mujer sufrió lesiones muy graves pero logró sobrevivir. Según la acusación pública, el joven se sentía acosado y marginado por sus progenitores. Bohdan K. está acusado de dos delitos de asesinato con alevosía, ensañamiento y la agravante de parentesco, uno de ellos en grado de tentativa. El caso será enjuiciado en los próximos meses por un tribunal popular.

El crimen se produjo el pasado 12 de enero en el chalé donde convivían el acusado y las víctimas, en la calle Santa Lavínia de Costa d'en Blanes. Hacia las nueve de la noche comenzó una discusión entre el joven y su madre, porque la mujer le exigía que buscara un trabajo. Bohdan K., "notoriamente enfadado y al sentirse incomprendido", según el fiscal, fue a buscar a su cuarto una bayoneta de 12 centímetros que había comprado días antes.

Con el arma en la mano, el acusado se abalanzó sobre su madre por sorpresa y se la clavó tres veces en el pecho y el abdomen con intención de matarlase la clavó tres veces en el pecho y el abdomen con intención de matarla. Su padrastro, alertado por los gritos, intentó defender a la mujer. Pero el acusado arremetió también contra él, asestándole otras tres cuchilladas en el brazo, el pulmón y el abdomen. Los intentos de Pere Antoni S. por repeler la agresión, golpeándo a su hijastro con un taco de billar en la cabeza, fueron inútiles.

Bohdan K. dejó a las víctimas malheridas y salió de la vivienda. Tiró la bayoneta al jardín del chalé contiguo y volvió a entrar. El joven comprobó que sus progenitores todavía estaban vivos y decidió rematarlos. Fue a la cocina, cogió un gran cuchillo y arremetió de nuevo contra su padrastro. Sin que el hombre tuviera ninguna posibilidad de defenderse, le asestó otras 21 puñaladas. "¿No me decías 'rusito'? ¡Pues toma rusito!", le dijo mientras lo acuchillaba compulsivamente, con tanta violencia que la punta del arma se partió. Acto seguido, el acusado fue a por su madre y la apuñaló 18 veces en la parte superior del cuerpo. El joven llamó entonces desde el teléfono móvil de su padrastro a los servicios de emergencias para explicar que había dos cadáveres en el domicilio. Ambulancias, policías y guardias civiles acudieron a la vivienda.

Las víctimas corrieron diferente suerte. Los servicios sanitarios solo pudieron certificar la muerte de Pere Antoni S., que falleció desangrado y sufrió una parada cardiorrespiratoria. La mujer tenía todavía un hilo de vida. Fue trasladada de urgencia a Son Espases, donde ingresó en estado crítico por las gravísimas lesiones sufridas. Estuvo una semana hospitalizada y tardó casi un año en recuperarse, aunque le han quedado importantes secuelas. Padece trastorno por estrés postraumático, dolor en el brazo izquierdo y 13 cicatrices por todo el cuerpo que suponen un perjuicio estético moderado, según la acusación.

Con este relato de hechos, la fiscalía considera a Bohdan K. autor de dos delitos de asesinato con alevosía, ensañamiento y la agravante de parentesco, uno de ellos consumado y otro en grado de tentativa. Por ellos reclama 22 y 14 años de prisión respectivamente, así como que indemnice con 125.000 euros a cada uno de los herederos de su padrastro, que tenía dos hijas y un nieto, y con 145.000 a su madre.

Las hijas de Pere Antoni S., personadas como acusación particular a través del letrado Carlos Barceló, solicitan 25 años de cárcel para Bohdan K. por la muerte de su padre. En su escrito de conclusiones provisionales, le consideran autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y solicitan sendas indemnizaciones de 150.000 euros.